Observé su rostro, y leí sus recuerdos, pero no quise decirle nada...
Ví como sacaba algunos pergaminos y me mostró sus "poemas"...
Simplente, me encantan. ¿Ayuda? Tú no la necesitas Eli, para mi gusto, están geniales...
Pero espero ver terminado el segundo, ¿eh?
Le dije con una sonrisa, y era verdad, a mi me gustaban mucho...
Pero luego murmuré en tono sarcástico y pienso que demasiado alto, porque ella consiguió escucharme...
Claro, me encantan pero tengo como 100 años, debe de ser de mucha ayuda...
Observé su reacción, y luego le dije, respondiendo a la pregunta anterior.
No, no los he leído, supongo que podría buscarlos por aquí, o en el Callejón Diagon.
Le tomé de la mano y le guié por la biblioteca, hasta llegar a esa estantería...
He aquí, mi querida Eli, una fuente de inspiración...
Tienes grandes autores como Mario Benedetti, Julio Verne, Edgar Allan Poe, Rafael Alberti, Gustavo Adolfo Bécquer, Pablo Neruda, Federico García Lorca, Jorge Manrique, Antonio Machado y José de Espronceda.
Aún tomado de su mano, me acerqué a su oído y le susurré...
Diviértete un poco... Vive el presente, y preocupate por el futuro, el pasado ya está pisado.
Luego de ello, solté su mano y observé como reaccionaba nuevamente.