El manto de la noche caía sobre el castillo que para no verse presa de la oscuridad batallaba con la luz de las velas, mientras el aire frió acariciaba las piedras de la antigua estructura. El ambiente parecía sacado de una antigua escena medieval donde solo faltaba un dragón sobrevolando el área.
El tiempo pasaba mientras el viento entonaba su canción, las luces que batallaban contra la oscuridad y el frió poco a poco iban desvaneciéndose, dejando un encantador. Los sonidos se iban apagando a la par de las luces y la paz comenzaba a gobernar, en uno de los pasillos iluminados apenas por velas, algo que brindaba un encanto especial a aquel castillo.
Una silueta avanzaba sin hacer ruido ya que en las manos llevaba un par de tacones plateados, los pasos eran veloces pero a su vez eran obligados a refrenarse cuando escuchaba nuevos paso, la chica se apegaba a la pared y buscaba refugio en la oscuridad para llegar a su destino.
A diferencia de otra persona en su posición, ella se encontraba calmada y le era mucho mas facil deslizarse hasta la puerta de la biblioteca, sus ojos grices miraban de un lado al otro mientras su mano derecha saca de sus bolsillos una llave. Aquel objeto resplandeciente lo habia conseguido durmiendo con uno de los ayudantes de la bibliotecaria, pocos sabian que esa puerta estaba hechizada para avisar que habia sido violada con un hechizo.
Cuando se hallo segura de estar sola abrio la puerta y entro con gran rapidez teniendo cuidado de cerrarla sin que esta emitiera algun ruido. Al sentirse segura se quito la toga del uniforme y camino de forma despreocupada por las mesas de estudio, dejando sus tacones y la tunica en la ultima mesa antes de entrar en los estantes que apenas podian resistir tantos libros en sus anaqueles.
Caminaba con despreocupación moviendo sus caderas en un moviento adquirido con el tiempo. Sonreia mientras lo hacia estirando su siniestras para acariciar la madera, este gesto lo amaba de sobremanera porque rebelaba uno de sus grandes secretos ella era zurda, pero se encargaba de esconderlo por si alguna vez debia salir de aprietos. Mientras llegaba a los ultimos esantes se relamia los labios puesto que pronto cumpliria uno de sus deseos.
Se habia metido de noche a ese aburrido lugar porque era el unico sector del colegio donde alguien sospecharia que se podria esconder alcohol. Una suave jadeo salio de su garganta cuando llego al ultimo estante, se diriguio a su izquierda hasta toparse con un estante empotrado de libros. Se agacho y todo un libro de tapa azul de cuero gastada y poco a poco comenzaron a desaparecer los libros y partes del mueble revelando una especie de pequeña sala donde se podian apreciar un sofa que miraba a un gran ventanal que daba la vista al campo de quidditch, un par de estantes completaban el juego, uno de ellos repleto de distintas botellas de alcohol y copas.
Ella entro con tranquilidad como dueña y señora de aquel escondite, ella habia encontrado el lugar cuando buscaba un libro para su trabajo de defenza de artes oscuras y lo habia convertido en su lugar para beber y olvidarse del mundo, un dia como aquel donde los examenes la habain sobrepasado.
Soltandose el cabello se sirvio un poco de ron y se fue a recostar al sofa para beber a gusto.