usmeando....

Aquello era un especie de prueba; mi madre estaba probándome en cierto aspecto, hecho que no me gustaba en absoluto y mas porque hacia que mi atención recayera de nuevo en que esto lo hacia para evitar que yo insistiera en querer cuidar de ese hipogrifo que tanto me había gustado y que sabia que ella lo sabia, cosa que me molestaba por el hecho de saber que me negaba algo, cosa a la que no estaba acostumbrado pues siempre me salia con la mía pero, quizás después de todo como mi madre debía asumir que ese era su papel: ser la restrictiva para así buscar ser el consentido por mis tías y mi padre.

Con esa idea en mi mente no pude hacer nada para evitar que en mi rostro se formase una mueca de aparente tremulidad con apenas un asomo de resignación, para después decirle: - esta bien mama, cuidare este huevo hasta descubrir quien se esconde dentro - al final solté apenas un bufido que esperaba ella no notara.

- Creo, que pase lo que pase hay cosas que simplemente no -

Sera que hasta ahora siempre había sido el varón mas pequeño de los Siths y nadie nunca me había puesto una limitante o algo parecido pero mi madre que apenas acababa de conocer me los quería imponer de buenas a primera y eso no me había gustado para nada; mi rostro denotaba mi inconformidad en el entendido de que no podía esperar entrar en la vida de alguien con imposiciones, la mejor estrategia consistía en entrar de a poco y luego de adaptarse comenzar a proponer y disponer sin adelantarse.

- Voy a lograrlo, lo se... -

Tome fuerte con mi diestra el huevo que mi madre me ofrecía y con mi volátil humor me hice teleportar a donde antes de reojo viera al Hipogrifo volando; para que al llegar ahí el estuviera a un par de metros deslizándose en el aire y; me teleporte de nuevo calculando un poco para caer justo encima de sus lomos.

Cuando caí en sus lomos mis piernas se aferraron a la parte central de los lomos de Celg sin saber como reaccionaria el hipogrifo ante mi presencia, yo solo quería probarme a mi mismo que podía hacerlo sin importarme los riesgos pues además solo use una mano para aferrarme al Grifo pues en la otra tenia aquel pequeño huevo.

En un instante sentí como todos mis músculos se tensaban impidiendo mi natural movilidad; previo a este momento había sentido aquel cosquilleo clásico que precede a una ataque enemigo sabiendo que mi aura se activa defendiéndome supe que esta vez quizás por ser mi madre quien lo hacia mi naturaleza no podía repelerla porque en seguida mi me dejo vulnerable ante ese ataque y en pocos instantes estaba en el suelo.

Cuando sentí que mis músculos de a poco dejaban de tensarse señal inequívoca de que el maleficio petrificus estaba cediendo; podía ver también a mi madre llorando al lado mio, por un momento lo había sentido y se lo hice saber - ¡¡¡mamá!!! - dije con recelo - ya lo tenia, me quitaste la oportunidad de poder intentarlo - dije sin darme cuenta de lo que pasaba alrededor.

Un brillo color ámbar creció en mis ojos haciéndolos lucir de cierta manera que era extraña hasta en mi propia persona; algo inusual estaba pasando en mi.

Y de pronto sucedió; aquella furia reprimida se convirtió en un hueco en mi alma como si algo me doliera mucho y; evidentemente no fue la bofetada sino todo lo que implicaba. No sabia como enfrentar aquello así que por unos instantes me quede mudo, aquella confianza que había desarrollado para con ella en ese pequeño lapso de conocernos en instantes se había quedado bloqueada; como con las demás personas había enmudecido mientras internamente luchaba una batalla.

Mirabala directamente a los ojos pero sin percatarme de nada; simplemente pensando por un momento en todo aquello; preguntándome por una parte si quizás realmente aquello era tan grave o si, realmente era un mal hijo; por otra parte no podía mi parte mas salvaje; y menos apegada a la conciencia humana decirme: quien es ella; tu padre nunca te ah puesto una mano encima y ahora ella cree que solo con decirte que es tu madre biológica realmente cree que puede guiar tu vida; ella no estuvo ahi cuando aquel tratamiento tan doloroso hizo que la enfermedad muggle desapareciera, ella no te cuido cuando por jugar bajo la lluvia terminaste enfermo pero; es tu madre y no puedes lastimarla.

Sin mas y en silencio sacudí mi cabeza y me levante de su lado, le di una ultima mirada sintiéndome un mal hijo; uno el cual no merece ni la pena de llorarle y confundido di unos pasos en dirección del bosque para adentrarme en el.

Sentí aquellos cálidos brazos que me abrazaban y entre todo aquello que ella me decía solo pude pronunciar lo que a mi mente venia - mamá; porque no me dejaste si quiera intentarlo - cuando esto se salio de mi boca me quede callado porque en mi interior me sentía culpable de propiciar la situación que había desembocado en ese melancólico momento.

Cuando mi madre me soltó puse mis manos en sus esbeltos hombros y agachando la mirada entre apenado y sentido le dije: - perdóname, no te merezco; simplemente no estoy acostumbrado a que la vida se porte bien conmigo y por eso me porto así - con cuidado eche un paso hacia atrás quedándome separado de ella sin moverme de mi lugar simplemente pensando por un momento.

Por un momento pareciese que la atmósfera y la tensión podría cortarse con un cuchillo; el aire ya enfriaba mientras que la negrura del bosque de a poco se iba extendiendo como sombra sobre nosotros dos.

Dada mi naturaleza voluble; era yo propenso a cambios de humor repentinos y en una de tantas veces estando ahí con mi madre, aquella naturaleza mas salvaje que en mi residía se hizo patente pues hasta mi mirada cambio; mi postura se recompuso quedando mi persona en una postura mas relajada y alzando la ceja le dije con voz segura:

- Madre; yo no soy cualquier otro, se te olvida que estas hablando con un semi-elemental semi-demonio y con el mas galante de los Sith; después de sobrevivir a las chicas de séptimo creo que puedo con todo -

Al final relajando los hombros y mirándola de arriba abajo alce una ceja mientras le decía:

- Bueno mamá; puedes intentarlo pero no sera fácil pero; - le guiñe un ojo con mi habitual galantería; sin menoscabo de parecer algo descarado.

- por hoy creo que te puedo dejar ganar Mami; después de todo - di un paso cerca de ella mirándola detenidamente y poniendo mi mano en su mentón con sutileza.

- no se le puede decir que no a una mujer tan bella; aunque sea mi madre -

Una típica sonrisa emergió de mis labios al mirar la reacción de mi madre y como casi olvida que era mi progenitora y aunque después de eso dejo en claro que ella tenia todos los derechos con un gesto de natural coquetería le dije: - quizás haya nacido de ti madre pero; tantos años en el orfanato me hicieron fuerte y; aprendí muchas cosas, creo que después de sufrir tanto tiempo por lo raro que me miraban lo demás chicos por mi enfermedad comenzó a gustarme la forma en la que me miraban las demás chicas; ellas siempre fueron buenas conmigo -

Esboce entonces una mueca de picardía recordando esos días antes de llegar al colegio, en aquel tiempo solo tenia como meta sobrevivir y salir adelante; eso me había convertido en un chico semi-problematico pero de buen corazón aunque dudaba a ultimas fechas que este siguiera intacto; por mil y una cosas que habían sucedido.

Mi madre era muy joven y guapa, quizás por eso comenzó a interesarse en lo que las demás chicas habían hecho conmigo preguntándome; yo simplemente le miraba con tranquilidad mientras respondía: -claro; me coquetean, me insinuaban cosas y claro que me trataban de seducir; después de todo soy hijo de mi padre; no feo y aparento ser mayor, sabes; salí con dos Hufflepuff y una Gryffindor de séptimo; aunque supongo que nunca supiste nada de mi hasta ahora - sonreí por el leve cosquilleo que ella me daba en el cuello.

Sabia que aquello lo hacia para divertirse como demostrando que si había un gen galante y coqueto el dominante era el suyo de sensualidad pura pero; ya habiendo pasado por esas experiencias y dado que era mi madre no me incomodaba y lejos de eso lo tomaba como un juego; un reto entre ella y yo por lo que no me inmute y cuando pregunto: "¿Esto es lo que hacían?" le conteste diciendo: - no mamá; ellas no eran tan tímidas te lo puedo asegurar - esboce un sonrisa al tiempo que ella pasaba al lado mio y yo llevando una mano tras su cintura como llevándola; mi mano en seguida se aparto.

Recibí muy extrañado aquel beso en realidad fue simple pero muy placentero; cuando termino y con sus brazos aun atrapando mi cuello comenzó a preguntar acerca del desempeño de ella como mujer a la hora de besar; se me hizo muy elocuente la forma tan propia en la que encaro ese reto y cuando me dejo hablar, con una sonrisa en los labios sin despegarme mucho de los suyos le conteste: - Sigo insistiendo en que ellas no eran tan tímidas pero no puedo decir que fueran mejores y mas cuando te tomas tan en serio la labor de convencimiento - reí un par de veces abrazándola mas fuerte y pegándola mas a mi.

- Pero sabes; eso es trampa porque soy tu hijo sabes que pase lo que pase diré que eres la mejor; si no lo hiciera imagínate que me mandas castigado - le dije bromeando pues en realidad seria difícil que viera aquello como algo mas que una madre jugando con su hijo.

- ¿Que? ¡Eso no es verdad! - Aquello ultimo había sido muy bajo; mi aura roja se volvió a encender mientras en mis ojos se vislumbraba ese celo mal entendido, lleve entonces mi mano tras su cintura; para ese entonces mi ropa ya comenzaba deshacerse víctima de mi aura roja que ardía por la furia que tenia.

Estando yo abrazándola la mire de arriba a abajo y un gesto de sorpresa lleno mi rostro porque aunque sus ropas se deshacían mas lentamente ella no expreso ni un solo gesto de dolor por mi contacto así que dije para mi: - que esta pasando; mi aura debería estarte quemando - mi rostro ahora de furia pasaba a consternación pues no entendía porque lo que a muchos dañaba a ella no parecía dañarle; ni si quiera en lo mínimo, aunado a la sonrisa que vi dibujarse en su rostro eso me produjo cierta ansiedad y miedo de ella, ¿Porque me pasaba eso?.

- ¡¿Que?! - pregunte sorprendido cuando me hizo aquella revelación; no esperaba que fuera invulnerable a mis poderes demoniacos, mi padre le había dado la sartén por el mango y eso no era nada bueno par ningún Sith, la osa no era pelear pero como estar en igualdad de circunstancias cuando sabes que hay una persona que simplemente aunque tratases no podrías dañar, eso de inicio era ya una debilidad para nuestro hasta ahora invencible linaje.

Vi que la sonrisa de mi mamá crecía y eso me hacia sentirme ofendido y ardía en furia; cosa que sus ropajes hechos jirones por mi aura demoniaca me hacia comprobar pero fue entonces que sucedió; cuando preste atención a lo que estaba viendo una parte de su humanidad quedo al descubierto y me traicionaron los instintos de niño pues mi reacción fue taparme la cara y voltear hacia un lado diciendo - mamá; tapate el pecho - dije y cuando note mi aura llameante desaparecer no quise moverme porque sabia que me había comportado como el mas infantil de los niños.

Aquello no me lo había esperado; mis poderes no funcionaban con ella y además mi madre lo sabia, causándole esto cierta mórbida jocosidad para conmigo cosa que no me gusto mucho. Solo pude decir: - no pasa nada - y me aleje dando unos pasos largos echando el cuerpo hacia adelante en actitud inequívoca de chico malo yéndome a recargar en el cercano tronco de un árbol que por mi propia aura comenzó a hacer humo por el contacto conmigo y mi aura encendida.

Miraba el vacío como en trance hasta que una sensacion de escalofrío recorrió mi cuerpo; note que la reaccion era antinatural e involuntaria además de extraña; cuando mire alrededor a la distancia estaba mi madre pero algo no estaba bien, algo era diferente y no sabia que era por lo que preferí alejarme dando unos pasos mas, alejándome de mi madre porque no quería que se preocupara; me regañaba a mi mismo por ser así con ella, debía ser aquello que mi papa decía tenia mi madre.