Campeonato Mundial de Quidditch (Libre)

Eran dias de mucha paz, aun asi, tuve que preparar un operativo de seguridad para que el Campeonato de Quidditch se realizace sin mayores inconvenientes. La cooperacion del Departamento de Aurores habia sido muy gentil en facilitarnos personal para resguardar la seguirdad tanto del estadio como el de todos los magos y espectarores que hoy asistian. Caminaba por los alrededores del estadio viendo que todo estuviese en orden, mas de algunos conocidos de Hogwarts me saludaban estrechando su mano, mi sonrisa era evidente, ya que estar aqui era uno de mis mayores sueños, ya que adoraba el Quidditch. Aun recordaba esos dias cuando Azhis y yo practicabamos en el campo del colegio, me sorprendia el espiritu que tenia, ella nunca se dio por vencida, siempre trato una y otra vez, y para el final aprendio bastante bien, ojala ella estuviera aqui, pense suspirando.

El estadio estaba casi hasta el topo, solo faltaba algunos lugares por ocupar. Ya habia mandado las invitaciones, solo esperaba que llegasen a tiempo, le habia prometido a Orfeo que le enviaria una lechuza con las entradas del partido. Tampoco quise a dejar fuera a la profesora Bella, asi que de todas formas le hice llegar la invitacion. Luego de un par de minutos de reccoridos por el estadio fui a tomar mi lugar en la zona de palco del estadio, alli esperaria a mis amigos. El ministro de Magia a su vez, no tardo mucho en decir unas palabras para todo el mundo magico, y desear suerte a cada equipo.

Había llegado al Campeonato Mundial de Quidditch desde antes de que las entradas de Percy llegaran en una lechuza. Suponía que se había olvidado de mí y había reservado un lugar en el palco para mi sola. Ahora no necesitaba los boletos, tal vez era mejor pasarselos a alguien más. Ya consultaría a Percy sobre eso, suponía que no era la única invitada y me despertaba cierta curiosidad quien más estaría ahí. El Ministro me imaginaba por supuesto y demás personalidades. Intentaría mezclame entre ellas pero no me sentiría cómoda. Lo bueno es que Percy estaría ahí para salvarme. Dejé la tienda que tenía en los lindes del estadio y me encaminé ahí. Llevaba un túnica roja ese día. Esperaba que el país latino ganara y pasara a la final. No tenía nada en contra de los nipones pero sobre todo esperaba ver un partido digno. Para ambos equipos era la primera vez que llegaban tan lejos en el mundial. Esperaba que valiera la pena. Entré al estadio y me dirigí al palco, donde alcancé a ver a Percy. Cuando llegué, me incliné sobre él y le bese la mejilla- Gracias por invitarme, Percival... - grité por encima del tumulto del estadio-

Había recibido la Lechuza de Perci hace tiempo, pero no había querido acampar antes del partido, así que el mismo día, ocupé un traslador hacía el País Galo y caminé hacia el estadio. Al llegar, escuché las palabras del Ministro, por lo que supuse que al partido le faltaba poco por comenzar. Me apresuré, para llegar al encuentro de Percival, quien era quien me había invitado. Casí corriendo, llegué al palco, donde con la mirada, busqué a mi amigo y a algún otro conocido al cual él haya invitado.
Reconocí a Perci, el cual estaba siendo saludado por una mujer. El ministro se encontraba un par de asientos más allá. Al acercarme, reconocí a la mujer que saludaba a Perci: Bella Malfoy. Al llegar al lugar donde estaba mi amigo, saludé a todos los presentes que conocía - Ministro - le estreché la mano - Bella - le dí un beso en la mejilla - Perci - le estreché la mano y le dí un abrazo - gracias por las entradas, mis hijos no pudieron venir, pero aún así te lo agradecen. Tuvieron que viajar con mis padres, pero después te contaré esa historia.

Todos prestabana atencion a las palabras del Ministro de Magia, una vez terminado la bienvenida para los equipos, un reguido se levantaba igual que una tormenta, todos los espectadores gritaban de goso por el comienzo del Campeonato de Quidditch. Muchos habian llegado con los colores de su equipo favorito, banderas y todo tipo de vitores para animar a los jugadores, incluso algunos se pintaban la cara, algunos se veian muy graciosos.

Mire para todos lados por si lograba ver a mi amigos, solo esperaba que la lechuza que les habia enviado les llegase a tiempo. La verdad estuve muy ocupado con el plan de seguridad para el estadio, que me habia olvidado de mandarlas a tiempo, pero se que Fred mi lechuza, no me fallaria. Eso me hizo recordar a mi antigua lechuza, ''Puas'', mi fiel amigo por tantos años, de no ser por el, tal vez yo no estaria aqui. Luego un beso repentino en mi mejilla me saco de mis recuerdos, levante la vista y era la profesora Bella, sonrei abiertamente y correspondi su beso en la mejilla, -pense que no vendria profesora, temi que la lechuza que envie no llegara a tiempo, pero veo que ya esta aqui, asiento por favor, el juego ya va a empezar, supongo que esta a favor del equipo latino no?- dije sonriente de verla. Minutos despues me parecio ver una cara conocida entre el tumulto de gente, sonrei al ver a Orfeo llegar, pero venia sin sus hijos, -que tal amigo, que bueno que vienes, supongo que ya habra tiempo para ver a tu retoños, ya sabes que primero esta la familia,- dije sonriente.

El juego estaba apunto de comenzar, cuando derrepente las luces de las torres mas altas se centraron en un solo punto para enfocar a los equipos que hacian su presentacion. Primero eran los Japones, entraban con velocidad por la parte norte del estadio haciendo todo tipo de piruetas que asombraban a los espectadores. Los fuegos artificiales ayudaban tambien con la presentacion, varias de ellas formaban la bandera del equipo Japones. Luego de unos minutos era el turno del equipo Mexicano, ellos hicieron su entrada por la parte sur del estadio, tambien realizando toda clase de piruetas bastante peligrosas que mantenian la tension en el todo el estadio. Muchos de los magos del publico, tenian su pancarta o cartel, que a su vez si los juntaban formaban la bandera del equipo de Quidditch Mexicano.

Sonreí ante las palabras de Perci. Era un joven muy sabio. El trabajo en el ministerio lo había curtido - Si, ya habrá una ocasión para que nos veamos con nuestros hijos - Miré alrededor, viendo como entraban los equipos al estadio
Espero que ganen los Mexicanos - dije sonriente - no soportaría una victoria de los asiáticos - reí - Los americanos merecen una victoria, han jugado muy bien esta temporada - dije recordando los partidos que había tenido la oportunidad de ver.
Me senté esperando el comienzo del duelo entre los mejores de esta temporada.

Miré llegar a Orfeo y sonreí, inclinándome hacia él para besarle la mejilla posando mi mano izquierda en su hombro para no caerme. Había demasiado tumulto y movimiento- Buenas noches, profesor Tonks - dije con una sonrisa traviesa y después de saludas a los demás presentes me dispuse a sentarme a un lado de Percy para ver mejor el partido- ¿Se me nota mucho? ¡Por supuesto que apoyo a los latinos! - escuché a Orfeo y asistí- Así es... se merecen ganar, han jugado muy bien y ya es hora de que ganen, pobres... aunque también me gustaría que Inglaterra hubiera tenido una mejor participación, ¿ustedes no? - miré a ambos y luego observé con atención como los dos equipos entraban haciendo sus presuntuosos movimientos en el aire- Deberían comportarse, es el mundial, no el juego en el barrio, supongo que es la emoción - me encogí de hombros y miré a Orfeo indicandole que viniera a sentarse junto a mí dejándome en medio de ambos chicos- ¿Tan mal te caen los asiáticos, Tonks?

-Pues yo tambien estoy de parte del equipo Mexicano, tienen jugadores extraordinarios, aunque los asiaticos no se quedan atras, siempre se han caracterizado por la disciplina y el orden en su juego, de lo contrario no habrian llegado hasta las semifinales,- dije mirando a ambos mientras el juez daba las reglas a los jugadores que se mantenian flotando dentro del campo de Quidditch. Observe a la profesora y conteste ante su exaltacion; -jajajaja vamos profesora, solo es un espectaculo, no hay para que alarmarse tanto, se nota que no ha venido muy seguido a ver los partidos, siempre son asi de alborotados por asi decirlo,- le dije sonriente.

Note que una leve sensacion entre la profesora Bella y mi viejo amigo, algo pasaba entre ellos que no me habian contado, solo rei maliciosamente cuando la profesora le pidio que se sentara a su lado, o solo me estaba imaginando cosas.

-Me imagino que sí, he venido un par de ocasiones, pero no termino de acostumbrarme, Percy, además viendo a los chicos del colegio haciendo lo mismo aún no puedo reírme ante esos movimientos tan arriesgados, pero que decir, aún siendo magos son medio primitivos en cuanto a deportes se trata - miré a ambos chicos y reí sutilmente - Creo que los mexicanos tienen muchas oportunidades de ganar... espero que no me defrauden... ¿han apostado algo? - me fijé en Percy y pude ver un destello de malicia y perspicacia en su mirada, hice como que no había mirado y seguí observando el comienzo del partido.

El equipo mexicano, de piel morena y cabellos oscuros en su mayoría, lucía unas túnicas verdes con el escudo de su bandera en la espalda justo debajo de su nombre. Llevaban algunos adornos rojos y blancos y las escobas eran todas relucientes. Al igual que las escobas de los nipones, pero cuyo uniforme consistía en túnica blancas con detalles rojos y un sol naciente en el pecho, como una enorme diana para flechas. Su piel era pálida y esos rasgos tan característicos de los asiáticos se veían desde lejos.


Off: ¡Mi propuesta fue una premonición! xD

Pues no odio a los nipones - dije con calma, mientras me sentaba al lado de Bella - pero lo americano me llama y no puedo negarme a apoyar a los mexicanos, Bella - le dije con una sonrisa de lado.
La entrada de los equipos había sido espectacular. Luego escuché a Bella, con el tema de la apuesta - yo no he apostado nada - dije mirando a ambos - y seria rídiculo que apostaramos entre nosotros si le vamos al mismo equipo - les dije mientras me acomodaba en mi butaca.

-No me refería a que apostaramos entre nosotros, Orfeo - lo miré con una sonrisa íronica y puse mis manos en ambos lados de la butaca esperando que el partido comenzara- Me refería a con alguien más... - escuché lo que los latinos lo llamaban pero no dije nada sobre su nacionalidad canadiense y es que se suponía que yo no sabía nada de él, al menos Percy no lo sabía. Tal vez era ridiculo, pero no sabría que esperar.

La gente seguía entrando aún al estadio que parecía a punto de estallar. Cada una de las porras de los países, se hacía oír aún por encima del alboroto general, con sus frases de apoyo, algunos ( los mexicanos en su mayoría) bastante picantes y jacarandosas.

habia llegado al campeonato de quidditch con todos los de mi equipo cuando llegue vi a los profesores, al director, y al ministro de magia llegamos y fui a saludar a los profesores aunque estaba nerviosa yo sabia lo que tenia que hacer pro los miedos me traicionaba mi novio me apoyaba en todo el tambien se habia inscrito en el campeonato.

-Jajajaa, seria raro apostar por el mismo equipo no?, mejor apostamos a que mexico hara mas o igual a 50 puntos, no es por menospreciar al equipo nipon, quien sabe si me equivoque, que dicen ustedes, podriamos apostar una botella de wisky de fuego, que dicen,- dije sonriente.

El juez del campo ya toma posicion y dictaba las reglas a los jugadores que formaban un circulo alrededor de el para escuchar con lujo de detalles. Miraba con cierta felicidad el comienzo del juego, mas que nada me gustaban las escobas de Quidditch, la mia era una Saeta de Fuego, una de las mas rapidas en el mundo, pero sin duda la mejor era la Saeta Dragon, una escoba bastante veloz, era de categoria profesional, pocos ha podido controlar esa escoba.

Le dediqué una sonrisa cómplice a Bella - pues tu idea Perci, no me parece mal - dije mirando el campo - una botella de Whisky de fuego es un buen premio - me acomodé en la butaca. El partido daría inicio en muy poco - yo digo que México tendrá una ventaja de más de 60 puntos - miré desafiante a mis amigos - ¿Qué dicen ustedes?

me habia llegado una lechuza diciendon del campeonato de quidditch y mi novia anahi estaba ahi enseguida empaque mis cosas y tome el avion para llegar lo mas antes posible, estaba ahi los profesores y el ministro de magia estabamos muy nerviosos hasta mi novia estaba nerviosa pero sabiamos qu8e todo hiba a estar bien y entre todos nos apollamos ...

me habia llegado una invitacion de una persona desconocida para que asistiera al evento mas importante cuabdo llegue vi que estaban todos decidi quedarme atras y sentarmer en un citio un poco alejado del campo mientras mira el partdo vea como anahi y su novio danny estan juntos

- Me parece bien, una botella de whiskey de fuego... pero - miré a ambos con expectación- Escocesa, de la cosecha especial de 1756, la botella de edición especial o nada, sólo quedan 4 en el mundo, sin abrir... sería un placer beber una copa así - sonreí de la misma forma a Orfeo y miraba a Percy con atención- Yo digo que los mexicanos van con una ventaja de más de 200 ¿qué dicen? Y el primer lesionado será japónes - reí y miré a los chicos que se habían acercado- Buenas noches Anahí y... - miré al chico- Creo que aún no tengo el placer... - ladeé mi cabeza un poco para mirarlo bien cuando me encontré con Adonis un poco más alejado y sonreí-

Los jugadores estaban a cada lado del campo, los guardianes ya habían tomado sus lugares frente a los aros y los buscadores daban vueltas alrededor del campo entrenando la mirada a las luces del estadio. En ese momento, se escuchó una trompeta y una puerta enorme, en medio del estadio dio paso a un leyenda del Quidditch: Josef Wronski. El cazador polaco que había inventado la maniobre del mismo nombre. Llevaba la varita en alto y la caja con las con la Quaffle, la snitch y la bludger iba delante de él. El estadio se rompió en vitores y alaridos. Aunque dudaba que Josef escuchara. Tenía 190 años y estaba más sordo que un cazo.

-Cof cof cof!!!, acaso no hay algo mas complicado de conseguir que esa botella profesora, ni que fuera la tiara de Rowena Ravenclaw,- dije bromeando y riendo a la vez. Pero despues me di cuenta que la apuesta iba enserio, ya que la profesora decia que el numero de diferencia serian 200. Al menos Orfeo habia sido algo mas realista, pero semejante suma era casi una proesa para todo el equipo Mexicano. La verdad dudaba un poco en que se llegase a esa cifra, si lo nipones estaban aqui, no era para perder. -Ok esta bien, creo que sera interesante ver el final del juego, desde ya tendre que buscar esa botella por si acaso,- rei ultimo.

Luego un jugador destacado entraba al campo para dar el inicio, nada mas y nada menos que Josef Wronski, no pense que estuviese aqui, aun asi todo el publico daba aplausos de reconociemiento. Dijo un par de palabras para los equipos, y alzo su varita para presentar las snitch dorada, y dar paso libre a las Bludgers, a su vez la Quaffle salia disparada hacia el cielo para que los equipos la atraparan y diera inicio al juego de Quiddich.

-La tiara de Rowena la tengo en mi despacho - bromeé pesadamente con un par de Ravenclaws que de seguro se sentirían ofendidos aunque esa no fuera la intención. Sí había una casa que me caía bien, o que nos caí mejor al menos que las otras, era precisamente esa. Los Raven tenían más cosas en común y agradables a los Slytherin de las que podrían imaginar o admitir. - Tú no has dicho ninguna cifra Percy - lo miré con detenimiento, esperando que se arriesgara mientras le pasaba una mano por un hombro a Orfeo- Profesor... tengo sed... ¿algo para beber?

El silbatazo oficial se dio por parte del mago que vestía a rayas naranjas y rojas. Y la quaffle fue lanzada al aire en un instante. Los japoneses fueron rápidos al atraparla, pero los mexicanos atraparon al jugador y se la arrebataron.

Si tuvieras la tiara de Rowena - dije mirándola desafiante - serías ahorcada por mi antigua casa - dije sonriendo

Miré como comenzaba el partido, mientras sentía la mano de Bella en mi hombro - pues podríamos beber algo - les dije mirando a ambos - ¿que se les apetece? - pregunté con calma - yo invito esta ronda

Reí fuertemente con la mirada de Orfeo, divertida ante su reacción. Sabía que algo así pasaría, las demás casas se tomaban odo demasiado en serio, trataria de recordar eso en el futuro, aunque de poco serviría- Tranquilo, Orfeo,- me acerqué a él y le susurré- Tal vez después te la muestre... bueno... si ésta ronda la pagas tú... sorprendenos - vi llegar al Ministro y sonreí- Buenas noches, Severus, bastante bien ¿y tú? ¿Ajetreado con la organización? - miré la bandera- ¡Otro de los nuestros! ¿Apuestas Severus? Para hacerlo más interesante.... está en juego una verdadero joya... -miré la jugada con atención mientras el sonido se hacía cada vez más envolvente cuando la quaffle cambiaba de poseción.

Reí ante las palabras de Bella, está mujer era de armas traer - pues no me parecería mal verla luego - dije con una sonrisa. Mientras me alejaba le dí un beso en la mejilla.
Pues si quieren algo interesante - miré a mi alrededor - podríamos tomar algo del país que apoyamos. ¿Un tequila estaría bien? - dije con una sonrisa en mi rostro.
Vi llegar al ministro y le saludé con un gesto de cabeza - deberías entrar a la apuesta Sev, un gran premio - dije apoyando a Bella en sus palabras.

-¡Oh! No tendré problemas en mostrártela - le sonreí una vez más con malicia y cuando me besó en la mejilla no pude evitar sorprenderme, aunque al instante lo disimulé, haciendo que nadie se diera cuenta del pequeño detalle- Me parece bien, aunque me pregunto que podrías ofrecernos si es que apoyaramos al equipo de Japón - reí sutilmente y miré a Severus- De seguro tú también caes en la tentación de la apuesta al saberlo, algo sencillo, pero bastante peculiar... podría costar una fortuna, pero para ti será como quitarle un pelo al gato - le sonreí-

Miré como los nipones se pasaban la quaffle uno a otro con tanta rapidez que era difícil seguir el ritmo. Aunque los mexicanos cuando pegaban, lo hacían en serio. Un bludger, lanzada por Perez, uno de los golpeadores mexicanos, pasó zumbando por encima de nosotros.

Aammm pues habia dicho profesora que los mexicanos ganarian por la diferencia de 50 puntos, no quiero arriesgarme demasiado, ya que los nipones por algo estan aca en semifinales no, dije sonriendo. Luego observe como la profesora tenia ciertas conductas para con Orfeo, solo sonrei con malicia, y me dedique a mirar el juego nuevamente. Ambos equipos desde el principio no se daban tregua, ninguno queria ceder a los trucos de su rival. Luego escuche la propuesta de Orfeo y conteste, emmm yo solo quiero una cerveza de mantequilla, el tequila lo tomare para despues, solo quiero empezar ligero, rei por lo que dije.

Sin duda el tema de la Tiara era un tema interesante, y tampoco lo dejaria pasar por alto, creo que tratan de engañarme o que. Esa reliquia de Rowena nadie la ha visto, y tambien se rumerea que unos niños la destrulleron hace algunos años, ya que el ese mal nacido de Voldemort puso sus manos en ella. Asi que posiblemente usted tendria una compia convincente profesora, comente traquilamente mientras veia llegar al Ministro de Magia hacia nuestro palco. Buenas noches Ministro, supongo que querra participar de la apuesta, el trofeo es algo tentador, comente sonriente.