Estrellas que puedo tocar (Libre)

Era de noche y no podia dormir, algo no dejaba que descanzara como acostumbraba, intente distraerme en la sala comun pero la verdad es que no habia nada interesante. Lei todas las revistas y reacomode el salon pero el tiempo corria a pasos de caracol y el sueño tardaba en llegar.

Resignada tome mi capa verde con capucha y sali de aquel lugar, me escabulli para salir a tomar aire fresco esperando que aquello atrajera el sueño. Camine sin rumbo la idea era cansarme y volver para dormir como un bebe. Si bien llevaba mi hermosa capa abajo solo tenia mi pijama de dos piezas un lijero pantalon negro con rosa y una camiseta de tiros del mismo color.

Cuando fui conciente de cansancio me percate de que me hallaba en el lago y derepente entre la neblina comenzaron a brillar luces, las luces de una banda de luciernagas. Daban bello espectaculo y me quede alli obsevando, sintiendo aquella escena como un viejo recuerdo de algo que ya había sentido, me reí de mi misma por las tonterías en las que pensaba estaba tan soñadora como una niñita después de un cuento de hadas .

Me siente y contemple el expectaculo, sin entender porque quería tocar alguna de esas criaturas, no era propio de mi, después de todo no tenía sentimientos.

Me hallaba sentada en el suelo admirando el espectaculo y con algo de maña logre tomar entre mis manos una luciernaga, el brillo de esta en mi mano provoco una lijera sonrisa.

-Así tal vez se vea cuando uno atrapa una estrella- susurre tratando de memorisar aquel dialogo para usarlo en alguna ocación. No era mucho mi estilo ser cursi pero a los chicos parecia encantarles y debia serlo.

Mire mi mano debatiendome de forma interna entre si aplastarla entre mis manos con la intencion de desahogarme un poco, dejarla ir o simplemente quedarmela como premio.

Al final decidí dejarla y de forma inconciente me pase las manos por el cabello masajeandolo y luego comenzar a trensarlo mientras aun miraba las luciernagas.

Estuve centrada en el espectáculo de las luciérnagas, lo que evito que pudiera darme cuenta de que alguien se acercaba a mi, me sobresalte un poco y levante la mirada para saber con quien hablaba, como un auto reflejo de mi acostumbra a actuar de forma o conciente me aferre a mi capa verde como si tratase de esconderme desconfiada. Las palabras salieron relevando la identidad del intruso, mordi mi labio inferior pensando que me metería en problemas ante el señor prefecto.

-...yo, yo de quien es usted - dije con apenas un susurros apenas audible, volviendo a morder el labio inferior demostrando mi nerviosismo, bueno el que debería representar- y...yo estaba mirando las luciérnagas, no se porque me dan nostalgia y algo en el pecho- invente rápidamente intentando esconder el hecho de que estaba allí para matar el tiempo agache la cabeza supuestamente apenada mientras una luz salía de la varita del joven prefecto. - Se que sería mucho pedir y tiene que hacer cumplir las reglas pero me gustaría quedarme aquí un poco más, trato de descubrir porque me dan ganas de llorar estas criaturitas - susurre levantando la mirada para encontrarme con la mano del muchacho. De mala gana pero tratando de seguir mi línea de niña buena cerré los ojos antes de tomar la mano ofrecida y levantarme procurando mantener la gracia sin que el pijama debajo de mi capa se notase. - No soy nueva en el colegio- admiti apenas- tal vez aquello se deba a que hay mucha gente en el castillo- dije evitando mencionar mi casa o mi nombre- No le avisará a los profesores ¿verdad? - mordí mi labio inferior mirando al joven frente a mi - No me gustaría que quitaran puntos a mi casa por mi bobo capricho - susurre encogiendo e de hombros y bajando la mirada al piso.

Sonreí, porque debía hacerlo... parecia que era lo que realmente debi hacer en aquella situación.Siendo Honestos no me habia agradado aquella descripción de aquellas criaturas; habia algo en ellas que me obligaba a pensar que ellas eran mucho mas que esas palabras dichas y por algún motivo que realmente esta fuera del alacance de mi comprención me ponian...¿Cuál era la palabra ? ¡Ah si! melancolica.

Mire a mi acompañante de reojo, era bastante atractivo y ya la chica con la que compartia la recamara me habia advertido de forma energica que no debia meterme con el prefecto de nuestra casa. La sonrisa era obligatoría y seguiria alli de forma natural tratando de que no notara algún interes de mi parte.

-Tal vez...tiene razón, pero me gustaría pensar que tienen una connotación más romántica que sólo aquello.-

Respondi eligiendo de mi repertorio de guiones los adecuado para aquella conversación.Necesitaba sonar dulce y quizás hasta tonta e ilusa.

- Lo sé- me encogi de hombros- No perdía nada con intentarlo. Son gajes del oficio de Prefecto ¿Verdad?- seguia caminando en compañia del prefecto , aunuqeu mis pasos eran más torpes y lentos por las pantuflas de dormir, además de la oscuridad. Sin saber el porque una molesta sensación se apodero de mi, aquella molesta sensación tan poco familiar que solo se aparecia cuando bajaba la guardia y siempre en el estomago. Sentia ganas de querer vomitar y eso no era de mis cosas favoritas más como en el teatro la actuación debia seguir y quede en silencio fingiendo un poco de nerviosismo tan tipico de las chicas de mi edad cuando eran atrapadas con las manos en la masa.

Entonces allí el revelo su identidad y yo no pude hacer nada más que detenerme realmente sorprendida, por la incongruencia de la revelación:

-Un angel en Slytherine...esos deberian rondar por la casa de Hufflepuff- pensé recordando las lecturas de la clase de criaturas mágicas. Entonces mis ojos se engrandecieron y al fin entendi aquella absurda sensación en el vientre. Los angeles eran criaturas de bondad y yo no tenía nada de las cosas buenas y su precensia estaba obligando a mi ser a tratar de ser una buena persona y aquello no podia permitirlo; mordi mi labio inferior con fuerza para controlarlo y retomar el paso pero poniendo una distancia entre los dos. Porque su presencia me estaba haciendo daño...no permitiria que se idera cuenta de aquel detalle porque seguramente derrumbaria la fachada que me habia encargado de construir.

él Volvio a hablar y su tono no pudo pasarme inadvertido.

-Por ese gesto apostaria una caja de grajeas de todos los sabores a que le desagrada su naturaleza- solte una risita divertida tratando de sonar lo mas normal que pudiera ser- contuve unas ganas de vomitar con gran dificultad y gire mi cabeza como si quisiera esconder mi risa.

Entonces un gesto tan tipico de los seres nobles salio, me cubrio con su chaqueta, tuve que detenerme para darle enfasis a que ninguno de mis compañeros se mostraba tan amigable cuando solo era una mentira, lo que en realidad me obligo a detenerme fue la extraña y calida sensación que me proporciono la tela. No entendere como fui capaz de no fruncir el seño y parecer simplemente sorprendida y solo sonreir "agradecida".

Avance denuevo intentnado seguirle el paso aunque mi cabeza llegaba a una conclusión definitiva: debia alejarme de ese chico por muy guapo que me pareciera, porque podria afectar a mi salud emocional y no tenia armas para defenderme u atacar de eso o volverlo un juguete más que desechar porque podria hacerme daño.

Una propuesta salio de sus labios mientras lo observaba como si aun no pudiera creerme la revelación. Fe un balde de agua sobre mi cabeza y al instante quise tirarle su chaqueta sobre su cara y salir corriendo lejos, pero mi fachada me obligaba a comportarme. No iba a perder solo por un pequeño miedo.

-No- casi lo grite y tuve que agachar la mirada como si me sintiera apenada pero en realidad solo buscaba recuperar el control de mi misma- No, seria mejor volver. No me gustaría obligarle a mentirle a los profesores... sera mejor que regresemos a la escuela-

Cuando hablo de aquella habilidad angelical, me tense...no me gustaba aquel tipo de acercamiento tan personal.

-Considero que no lo hacen sin consultarlo, porque lo encontraria una falta de respeto hacia la persona y su espacio privado - fue un intento de frenar lo que intentara hacer el angelito.- mm pues solo una sino no descanzare al llegar a la sala comun- respondi acercandome para tomar una de ella una grajea de color azul- lo bello de esto es que nunca se sabe lo que tocara- dije al ver su expresion despues de deborar una grajea, mire la mira y sonrei...recordando que aquello era como una ruleta rusa nunca sabias cuando te tocaria la bala. Cerrando los ojos la meti en mi boca. - mmm Estofado- susurre gustosa.

- No es bueno ser confiado, cuando lo eres todo el mundo se aprovecha y tiende a importarle muy poco si te duele o no- comence a avanzar en dirección al castillo, necesitaba escaparme pronto no me gustaba para nada sentir lo que este angel trataba de hacer. Estaba casi segura de que apenas lo perdiera de vista en la sala comun iria en busca de algun chico para abusar un poco de el mandandolo a traerme algo de comer o pidiendole algun regalo caro o por ultimo hacer un poco de ejercicio, cualquier cosa que me hiciera sentirme yo estaria bien, trate de apurar con gran disimulo.

No me habia percato de que sangraba, creo que el miedo me provocaba estar mas pendiente de otras cosas, me tomo por sorpresa que el muchacho me tocara y lelgase rapidamente la sensacion calida, mi corazon se acelero y tome su muñeca y la aleje de mi rostro. Esto ya pasaba de mi control, sabia que debia haberme dejado curar pero no estaba para aquella situación preparada.

Respirando profundamente me aleje un poco soltando su muñeca.

-No hagas eso - dije tratando de no salir corriendo como una niña. - te recomiendo no hacerlo, de verdad es mejor que no confies en mi. yo en este instante no confio en mi.- dije mirando a otro lado nerviosa.

- Simplemente no confies en mi asi de simple hasta yo se eso-

Este chico esta definitivamente loco venia a ofrecerme dulces despues de soltar todo el discurso aprete los puños y conte hasta mil antes de voltearme y alejarme antes de hacer cualquier estupides sin chivo expiatorio. Avance a ciegas sin estar dispuesta a contestarle nada.

-Maldito angel ¿quien se cree a venir a preguntarme estupideces como esas? son mis asuntos y no los suyo- pense molesta mientras mordia con mayor fuerza de la acostumbrada el labio inferior para no gritar que mandarlo al diablo.

-¡Que pregunta mas estupida! porque deberia confiar en mi misma si se de lo que soy capaz de hacer - pense dando una patada a una piedra solo provocandome que me lastimara y la pantufla saliera volando.

- genial- murmure buscando mi varita para tener luz con la que buscar mi pertenencia.

Primero no encontraba mi varita y ahora tenia que depender del angel. maldije mi suerte en mi cabeza y suspire molesta.

Cuando puso ese tono autoritario tuve ganas de ponerle las grajeas de sabores sobre la cabeza como sombrero. Respire hondo antes de contestarle :

- A lo primero no es nada de lo que me pueda morir asi que no hay necesidad de que se preocupe- dije y aprete los dientes al verlo tomarme el pie. - segundo ... no es necesario ayuda tercero necesito estar sola...me pones rara y eso no me agrada- confese - puedo llegar sola al cuarto- dije sin intencion de moverme

Aperete los dientes para contener las palabras, estaba molesta y su contacto no me hacia ningún bien me ponía más nerviosa de lo que esperaba deseando sólo apartar el pie.

- Nos soy tu nuevo caso de Ayuda humanitari- farfulle intentando no gritar.Me molestaba esa tranquilidad que parecía tener, no me faltaban las ganas de estirar las manos al cuello de el y ahorcarlo para ver si salía de esa tonta perfección que tenían las criaturas como el , no sabía como lograba controlarme.

- Ni tengo caretas , no quiero tu ayuda , ni quiero controlar nada, de lo contrario estaría en mi cama sin este dolor en el pie- movi el pie para alejarlo de el. - si ya sabes que me aprovecho de todo el mundo esta bien, déjame en paz y busca alguien de quien cuidar a mi déjame con mis demonios tranquilos. - lo mire molesta - o que quieres que acabe usandote o teniendo un rato de acción y me dejarás en paz- eicho esto jale más mi pie para liberarlo y apesar del dolor y estar con aquel pie descalzo me encamine al castillo olvidando mi pantufla, sabiendo que debería ir a la enfermería antes que a mi cama .

Estaba demasiado molesta y asustada aquellas circunstancias no eran de mi agrado, siendo sinceros, no me agrada el hecho de que pasarán y era mejor salir de allí.
Avanzaba pero el dolor se hacía insistente y yo tenía muchass ganas de lanzarme a llorar, pero no le daría el gusto al angelito de la guarda de verme humillada.

Me mordí nuevamente para acallar el dolor, no necesitaba esto ahora necesitaba mi Status quo para vivir tranquila, antes de poder pestañear el angelito me había tomado en brazos y estaba sobre el aire, la rabia hizo que mordieres más fuerte el labio inferior hasta hacerlo sangrar, cerrando mis ojos en el proceso.

Cuando sentí el dolor en el labio inferior abrí los ojos y mire molesta al muchacho por su insinuación de que quería escapar del castigo.

- Si deseara evitar un castigo al mismo momento de saber que eras el prefecto te abría mandado un lindo desmayus y abría salido corriendo.- murmure entre dientes, tenía ganas de golpearlo pero me debatía entre que sería más peligroso para mi la caída al piso o el hecho de seguir con aquella sensación de querer vomitar.

De repente el malestar que sentía me obligo a quedarme callada y cerrar los ojos tratando de controlar las reacciones de mi cuerpo.

El volvió a hablar y tarde en responder porque tenía grandes ganas de devolver la cena, no se sí por los nervios o la rabia.

- No, no sirve de consuelo porque no tengo nada bueno que ofrecerte así que no lograrás ningún cambio. - dije siendo consiente de mi fama los dime y dires asegurándome que no quedara inquieto y pudiese resistir hasta llega a la enfermería, recordando la herida del labio me lleve la mano a el rostro para limpiar la sangre .

Aquel muchacho ya me tenia harta y no era una linda persona cuadno estaba indispuesta como en aquel momento. Respiraba para mantener algo de cordura

-Al menos te das cuenta de que no eres de mi agrado- susurre molesta, debo admitir que uno de los motivos era que no queria ver esa cara porque me complicaba un poco la existencia porque me debatia entre el gusto de verlo y las ganas de mandarlo al diablo para que me deje en paz, pero estando tan alto no podia mandarlo a freir esparragos al Africa, asi que me esforzaba por mantener los ojos cerrados y escuche lo que decia el de un trato, medite un poco sus palabras.

-Primero Bajame de aquí y puedes irte, yo despues de ir a la enfermeria puedo irme sola a la enfermeria y de ahi me voy con mi jefa de casa. Y no hay trato no voy a hacer tu santa voluntad.- tuve que callarme por una ola de vomito que surgio- Como esta situacion no es grata para ti ni para mi cada cual por su camino. Entiendelo en tu cabeza No soy tu caso de caridad o tu tarea de la semana - respire hondo abriendo los ojos cuando el volvio a decir aquel tema- Lo unico bueno que tengo es el cuerpo y hasta ahi nomas- dije molesta harta de escuchar que tenia algo bueno.

- mira ponle la sonrisa de bobo a otra chica y decídete, te desagrado o te gusto esas dos cosas no van juntas, si no te eh golpeado hasta ahora es porque el único que tiene la ventaja de volar sin magia eres tu. - aquello no sólo fue para el sino para mi misma y así recuperar la poca cordura que me debía quedar.

El realmente no me colaboraba en lo más mínimo y aquel acto de llevar su mano a mis labios y comenzar a sanarlos me rebasaron, le sí un bofetón a su mano.

- Te dije que no me toques !- dije con voz fría y firme lejos de demostrarle todo aquel descontrol que me andaba provocando, entonces me importo un comino si me mataba, comencé a forzajear para liberarme del contacto cálido. No necesitaba a nadie invadiendo mi espacio. Después de mucho me prepare para la caída y trate de caer lo más blando para que no fueran más heridas .

Definitivamente este muchacho estaba loco y me iba a sacara canas verdes, no me quejare mucho porque la verdad me darian un toque interesante...quizás mas adelante lograria conseguir una así con un hechizo. Suspire aliviada de ver que el angelito ya no parecia tanto, aquello me daba confianza.

Agradeci la distancia porque la verdad ya no podia hacer reaccionar con coherencia mi cuerpo y haria cualquier estupides por el miedo.

-Bien ahora estamos deacuerdo en qeu si tengo atractivo, lo otro sigo insitiendo que no es clarisimo como el agua que soy de las chicas trofeo que se buscan por allí los viejos o los hombres machistas, asi que no me vengas con cuentos de hadas que aunque vivimos con criaturas magicas sabemos que no pasan así. - dije más tranquila.

Me pase la mano por el cabello y suspire

- Tu estas aquí solo por el hecho de que tiendes a pensar que soy tu buena accion del dia, tu lado noble te lo dicta asi que: No soy tu caso de caridad del año para que en el cielo te den algun medallita. - dije molesta mientras levantaba una ceja.

Me apoye en la tiera y di un paso atras sintiendo como me vencia el dolor y caia sin poder evitarlo, m,aldije para mis adentros pero trate de levantarme digna

Levanté una ceja sin entender al chico en el piso, me pase la mano por el cabello y suspire. Debería saltar en dirección al colegio en vez de quedarme allí, pero esa odiosa curiosidad me mataba.

-No se sí estas loco o todos ustedes quieren creer lo que no existe. ¿Qué más podría querer de mi un hombre ? Seamos claros lo se y cuando eh estado de novia de amante sexual es mi lugar y siempre será eso el trofeo de turno así que no te hagas ilusiones de que existe algo más en mi. Se que sólo sirvo para la apariencia y para el sexo para más no así que dejare de buscar estupideces en donde no las hay - tambaleandome me crucé de brazos y lo mire con aquella mirada arrogante.

Puse los ojos en blanco al sentir como se caía el muchacho, respire profundamente eh lo mire con desprecio antes de voltearle con dificultad comenzando a avanzar con pequeños saltitos tratando de no de lastrar la herida .

Recitaba una serie de maldiciones a cada paso mientras intentaba avanzar, cada paso era doloroso y el camino eterno ageadeciendo poder avanzar comencé a dejar escapar unas lágrimas de dolor pero manteniendo el mentón elevado sin perder aquella erogan la o la vergüenza que aquello representaba. No me faltaban ganas de llamar a uno de mis amigos especiales pero no tenía forma .