Ya hacia mucho tiempo que no restringía mis visitas a Hogsmeade, mis compañeros hacían todas las visitas que le fueran permitidas "incluso algunas no tan permitidas" pero era rara la ocasión que aceptaba ir con ellos, la verdad era que siempre que aceptaba me acarreaban a de un lugar a otro sin pausa y es mas a sitios que no quería visitar! Por eso esta vez iba sola iría a donde mis pies me llevaran, caminaba sin rumbo observando como muchos se dirigían a las tres escobas o a las casa de los gritos y algunos pocos a Madame Tudipié. Nunca había visitado este ultimo me parecía una tortura entrar al lugar. Estaba perdida en mis pensamientos cuando note que me encontraba nada mas y nada menos que en la entrada de ZONCO; me debatí un momento si debía entrar después de todo no conocía ese local y tenia muy buena fama, me encogí de hombros y entre nada perdía y podía ganar material para una buena broma. La campanilla de la puerta anuncio mi llegada pera no había nadie que lo notara, increíblemente el lugar se encontraba desierto, camine por los pasillos observando los estantes habían cosas muy raras pero algo en particular llamo mi atención. Una almohada, que podía hacer este tipo de cosas aquí, al momento en que la agarre empezó a hablar como loca, Si! increíblemente la almohada hablaba y resultaba realmente molesta. Fue tan grande el susto que me dio que tropecé con el estante que esta detrás haciendo que todo se desplomara, muchas cosas callearon sobre mi dejándome atrapada intente levantarme pero fue en vano necesitaba ayuda. -¡Hola!¡Hay alguien que me ayude!-Grite mientras la estúpida almohada seguía con su historia absurda.
Unirse al foro, es rápido y fácil