Las mañanas son el mejor momento para volar. El amanecer es hermoso y aquí no hay cazadores listos para matar como en otros lugares. Me prepare. Acualuna ya estaba lista, como siempre. Ella no tenia que transformarse pero yo si tenía que. La transformación se me hacia tan fácil. Era sencillo piensa en transformarte y ya. Cuando ya estaba lista le hice una seña a Acualuna para que despegáramos. Las dos adoramos volar. Al ser un dragón lo único que no puedes odiar es volar. Y cuando vuelas todo lo demás no importa.
Aquí en el bosque es mucho más sencillo que en la pradera de mi casa. El aroma a humedad, a bosque y tierra mojada me da fuerza. Me encanta. Lo único que no me gusta es que no conozco a nadie que vuele conmigo. Solo a mis padres y a Acualuna, pero en mi casa mis padres nunca vuelan conmigo o por lo menos casi nunca.
Despegamos y empezamos a perseguirnos. Es muy divertido en el bosque porque tienes donde esconderte, es algo único que yo nunca había experimentado. Volar entre las nubes que estaban pintadas con tonos rojos, amarillos, naranjas y rosas. Nada podía arruinar ese momento y era muy temprano cómo para que alguien estuviera en el bosque. Empecé a descender a gran velocidad para poder acercarme con mayor facilidad a Acualuna, quien ya se estaba adentrando más en el bosque. Ella al igual que yo pensaba que estábamos solas, pero al seguirla y adentrarme al bosque descubrí que no estábamos completamente solas.
Aquí en el bosque es mucho más sencillo que en la pradera de mi casa. El aroma a humedad, a bosque y tierra mojada me da fuerza. Me encanta. Lo único que no me gusta es que no conozco a nadie que vuele conmigo. Solo a mis padres y a Acualuna, pero en mi casa mis padres nunca vuelan conmigo o por lo menos casi nunca.
Despegamos y empezamos a perseguirnos. Es muy divertido en el bosque porque tienes donde esconderte, es algo único que yo nunca había experimentado. Volar entre las nubes que estaban pintadas con tonos rojos, amarillos, naranjas y rosas. Nada podía arruinar ese momento y era muy temprano cómo para que alguien estuviera en el bosque. Empecé a descender a gran velocidad para poder acercarme con mayor facilidad a Acualuna, quien ya se estaba adentrando más en el bosque. Ella al igual que yo pensaba que estábamos solas, pero al seguirla y adentrarme al bosque descubrí que no estábamos completamente solas.