¿De verdad tenía que ir a esa reunión de grupo? vamos, me parecía una broma de mal gusto. Suspire mientras volvía releer la nota que con letra legible una chica que reconocía por las escasas clases que compartíamos me había mandado. Deje la note sobre una mesa de madera en la que varios retratos se acomodan en filas, todos me sonreían y me saludaban con una calidez que calentaba mi congelado corazón de piedra, media sonrisa curvo mis labios y con el dedo pulgar acaricia el borde, mi rostro se descompuso en una mueca y di la espalda a esa escena que me hacía regresar a esos tiempos en que había sido lo contrarío a la de hoy. Ya no me importaban los demás, antes mis ojos solo eran piezas que en tablero se debían mover, su malestar o su felicidad me venía sobrando, ignorarlos se había vuelto mi afición y tal parecía que la misma de ellos, no tenía humor para ir al Lago, fingir con hipocresía y hacer amigos, quizas terminara por ahogar a todas en las aguas. Tragándome mi mal genio opte por ir, no tenia mucho que hacer en esas cuatro paredes que me rodeaban, me causan asco y tenía la esperanza que el aire puro limpiara mi estado de animo ya que mi cuerpo era imposible. Me senté en el borde la cama asimilando la situación desde todo sus ángulos, si lo observaba desde otra perspectiva se trataba de trabajos de las clases, el profesor (desconocía su nombre) había pedido eso y aunque ni recordara que se nos había encomendado por primera vez desde hace meses quería hacer las cosas bien, ser responsable y cumplir con mis deberes ya que a ese paso no estaba por un buen camino y menos con esa actitud de limón podrido que me cargaba, a decir verdad me habían robado el sentido de mi vida, minuto tras minuto la interrogante de porque seguía soportando me brincaban, todo eso ya venia sobrando.
Verifique la hora en el reloj de pared en donde un pájaro salio a darme los avisos. Ya era un poco tarde para la cita, de igual modo no era la persona mas puntual del mundo. Mire mis ropas que portaba, consistía en una camisa varias tallas mas grandes que yo, se holgaba quedando como bata y las figuras que en ella había decían con claridad que se trataba de una prenda de mi hermano. Mis pantalones eran de igual forma que esta tanto que tenia que ir agarrándolos para que no resbalaran y terminara en ropa interior. Unos calcetines lanudos con mis cantantes preferidos se ajustaban a la altura del tobillo, iba descalza y con el cabello recogido en una coleta que pegaba poco antes de la espalda baja, no era un atuendo decente para salir y menos para presentarme en el exterior, a decir verdad no me importaba lo que los demás pudieran pensar de mi, me importaba poco pero de todos modos no pensaba arruinar mi imagen. Me observe al espejo por varios minutos analizando, despues de asomarme por la ventana y observar el buen clima que hacía fui hasta el ropero, tome una blusa blanca con tirantes, un short de un bonito color pálido, una chaqueta de cuero negro, calcetines negros hechos de tela delgada y unos zapatos altos pero cómodos, algo parecidos a los botines. Me vestí no tan aprisa y regrese hasta el espejo, me gustaba el atuendo que cargaba, y para darle un ultimo toque solté mi cabellera ondulada, busque una diadema con tamaño promedio y la use como corona, al no hacer frió y siendo un adorno la chaqueta la deja sobre mis hombros, mientras abrochaba un collar a mi cuello. Satisfecha por el resultado aprobé mi salido a la reunión. Tome mi bolso con algunos pergaminos, y libros que quizas necesitaría y salí de la habitación que para mi fortuna no compartía con nadie. La razón: "Era vampiro" y muchos tenían miedo a que terminara por comerlo, vaya tontería, se les olvidaba que tenia mejores gustos que ir comiendo cualquier cosa que se me atravesara.
Encorvada avance por los pasillos, algunas personas cruzaban en todas direcciones, no me había alimentado pro lo que su sangre me llamaba con un discreto susurro, el sonido de su corazón latiendo y su pulso se volvían un disfrute total pero aun así no se me "Antojaban". Tarde algunos minutos en llegar hasta el lago, busque los rostros conocidos, su conversación la podía oír desde metros atrás, mis sentidos agudizados hacían maravillas, por lo que se sentía en el ambiente eran parejas, un problema mas, ahora me iba a sentir como el mal tercio de los tórtolos. En mi interior ansiaba que no se pusieran melosos en mis ojos y apresuráramos el trabajo que lo único que quería hacer era regresar a mi cama y recostarme hasta que la noche pegara con su velo oscuro y pudiera escapar a las profundidades del Bosque Prohibido y alimentarme. Preste atención a la conversación que mantenían mientras descendía, se trataba de algo de buscar el líder, recordaba que en la carta lo había mencionado la niña, no me interesaba quien fuera el seleccionado-Con mi llegada ya no son numero par, si hay algún empate yo elijo por ustedes-Mi voz la alce unas notas para hacerme oír, clave la mirada en los cuatro reunidos de ahí, si los conocía ya no los recordaba-Yo también voy a votar-Asegure sin dar rodeos, iba a lo que iba. No tenia claro quien tenia madera para líder, solo me conformaba con que no hicieran el típico "Te voto porque eres mi amigo" eso llevaba a la destrucción hasta los mejores gobiernos. Me senté en el suelo verde, me cruce de piernas y deje el bolso en mis piernas, recargue mi peso en mis brazos que pegados al sácate estaban y deje que mis pupilas vagaran en el cielo celeste, las nubes parecían de algodón y tan rechonchas que tenia ganas de pegarles un mordisco. Regrese la mirada a los jóvenes esperando sus respuestas, tal vez me estaba comportando cortante con ellos y estaba claro que lo notarían pero así era mi personalidad, si les hubiera podido decir algo, comentaría que eran afortunados, estaba el fase amigable-Me llamo Lee Sun Hee, me pueden decir SunHee-No tenia idea si me conocían ellos a mi, lo seguro era que no por o cual sin perder mis modales me había presentado, antes solía presentarme como "Suni" pero eso lo resguardaba para mis allegados.