Llevaba sólo unos días en este enorme castillo pero ya empezaba a sentirme asfixiada, mucha gente por todas partes, mucho ajetreo, clases, polvo y un sin fin de reliquias que en mi opinión de verían estar en un museo. Cualquier sala que pudieras imaginar en un castillo en este lo encontrabas, hasta habían mazmorras, pero aún cuando lo busque no encontré un gimnasio donde mantenerme en forma, debía procurar estar lista en caso de que por fin me asignarán un vampiro al que proteger.
Salí a correr que era prácticamente el único ejercicio que hacia últimamente, desde que había llegado había salido a diario y siempre tomaba caminos diferentes, esta vez el camino que segi me llevo hacia un enorme Sauce, se veía que llevaba muchos años allí, era robusto y sólido, no hubiera reparado mucho en el peor al pasar por su lado, el Sauce pego una sacudida, el tronco pareció estremecerse mientras sus ramas entraron en movimiento, en un segundo vi como una de las ramas venía directamente en mi dirección y tuve el tiempo justo para esquivarla comprobando que mis reflejos seguían tan agudos como siempre.
Sonrei al ver que nueva ramas venían a defender su espacio. Parecía que acababa de encontrar mi propio gimnasio.
Salí a correr que era prácticamente el único ejercicio que hacia últimamente, desde que había llegado había salido a diario y siempre tomaba caminos diferentes, esta vez el camino que segi me llevo hacia un enorme Sauce, se veía que llevaba muchos años allí, era robusto y sólido, no hubiera reparado mucho en el peor al pasar por su lado, el Sauce pego una sacudida, el tronco pareció estremecerse mientras sus ramas entraron en movimiento, en un segundo vi como una de las ramas venía directamente en mi dirección y tuve el tiempo justo para esquivarla comprobando que mis reflejos seguían tan agudos como siempre.
Sonrei al ver que nueva ramas venían a defender su espacio. Parecía que acababa de encontrar mi propio gimnasio.