Llegada..

Llegue a Hogwarts irradiando felicidad, salude a algunos alumnos y profesores, me detuve unos minutos a hablar con mi simpático hermano, me ofreció su ayuda para integrarme a Hogwarts, charlamos de trivialidades al ver la hora me despedí de Adonis y continué el camino hacia mi despacho, y al verlo sentí como la sonrisa se desvanecía de mi rostro. Se notaba que no lo habían utilizado en años, estaba muy demacrado, tendría que trabajar mucho para mejorarlo, Y estaba muy cansada por el largo viaje, pero que mas podía hacer.

Luego de una gran serie de hechizos logre hacer maravillas con el, traje nuevos muebles y mi colección de libros y accesorios, al final quedo hermoso tenia algunos lujos y me gustaban, pero tenia un toque hogareño que daban un efecto que me encanta, luego de largas horas de trabajo por fin pude sentarme en mi escritorio. Empieza una nueva etapa de mi vida pensé..

Caminé por los pasillos con un pay en la mano, era curioso verme a mí misma en aquella situación y mucho más cuando las miradas de los alumnos y profesores me seguían. No era muy adepta de dar bienvenidas pero en estos tiempos todo valia la pena. Llevaba un sencillo vestido rojo con la túnica encima de color negro, me sentía una parodia curiosa y sexy de capetucita, aquel cuento muggle, aunque yo creía que era más como la bruja de Blancanieves, no cuando es vieja y arrugada, no, la otra. Reí de mi estupidez y toqué a la puerta del despacho de la profesora Brown.

Reflexionaba acerca de mis clases, mientras observaba uno de los libros que había recolectado en mi ultimo viaje, la información me seria de mucha ayuda, cuando tocaron mi puerta salí de la ensoñación donde me encontraba. Me arregle un poco el vestido por que estaba algo arrugado y abrí la puerta, grande mi sorpresa al encontrarme con la profesora Malfoy con un hermoso vestido rojo, pero no fue esto lo que llamo mi atención si el enorme pay que tenia en las manos, que miraba con lujuria se notaba que moría por comer una rebana. Hola profesora, que sorpresa usted por acá. Le mostré mis mas grande sonrisa estaba muy feliz por su visita. pase por favor, me haría el honor de brindarme su compañía en la hora del te?

-Me ha leído la mente, señorita Brown - le sonreí acomodandome el vestido y paseando el pay frente a ella- Vine a darle la más cordial bienvenida al colegio , gracias - pasé a la estancia y admiré con detenimiento el lugar- Me gusta como ha decorado su despacho, el anterior era bastante lúgubre, si me pregunta- puse el pay encima del escritorio haciendo lo demás a un lado- Espero que ahí esté bien - corté una rebanada y se la pasé- Tienes que ser la juez de mis dotes culinarios - sonreí-

Sonreí al escuchar sus palabras, era un lindo gesto darme la bienvenida a Hogwarts tan cordialmente ¡ Me había cocinado un pay! y la verdad tenia un aspecto esquisto, moría por probarlo. Muchas gracias Bella, ¿si me permite tutearla colega? observe como evaluaba el lugar con mirada critica, espere su veredicto, al saber que le agradaba me alegre mucho. Respecto al despacho me dio mucho trabajo lograr que se viera decente, me da mucho gusto que le agrade. Le cuento que siempre me ha llamado la atención el diseño de interiores, pero nunca me dedique a ello al observar como me pasaba una rebanada no pude evitar mirar el pay con deseo, espero que no se halla notado demasiado en mi mirada. Al probarlo sentí que ronroneaba como un gatito, estaba exquisito.El pay esta exquisito Bella, cada vez me sorprende mas con su dotes, no eh olvidado que me ah prometido enseñar a preparar unas magnificas pociones de belleza, y lo prometido es deuda. Le dije con una sonrisa traviesa al ver una mirada divertida bailando en sus ojos, mientras tomaba un poco de su porción de pay.

-¡Claro que puedes tutearme! - reí mientras me llevaba una porción del pay a la boca- Bueno.... pero tú me prometiste un té para acompañar - me senté junto al escritorio- La verdad es que el despacho te quedó exquisito, deberías pasarte por el mío y empezar a trabajar de decoradora de interiores amateur, serías muy buena en esto - sonreí- ¡Claro! Tienes toda la razón, prometí enseñarte algunas pociones de belleza, pero dime, ¿crees que funcionan? - reí fuerte-

Me alegra entrar en confianza contigo Bella. le comente mientras hacia aparecer una tetera de te humeante. Le serví le serví una taza y me senté en el sillón mas cercano a ella Esta algo caliente, pero es muy bueno acompañado de tan rico pay, nunca eh visto su despacho Bella pero seguro es igual o mas lindo que este, aunque claro si lo desea realmente podemos algún día trabajar juntas en el, quizás luego que me enseñe a preparar esas magnificas pociones que por supuesto que funcionan exquisitamente, si no supiera que es profesora Bella fácilmente la confundiría con una estudiante, los años le han caído de maravilla Pude observar la sastifaccion en la mirada de la profesora Malfoy, sonreí esperando su respuesta.

Reí con muchas ganas por su cumplido y tras llevarme el té a los labios y beber respondí: - ¡Tampoco seas mentirosa, Emma! - le dije en broma- Tampoco es para tanto, bien, concuerdo en que los años me sentaron pero tanto como para ser una estudiante... sería la reprobada de hace veinte años o más, no me lo imagino, de verdad, por el contrario, tú eres muy joven... - le miré divertida- Bueno, la opinión me la darás tú cuando veas mi despacho y sabrás si necesita cambios o no... por cierto, ¿de qué es el té? está delicioso... debemos hacer esto seguido - sonrio-

Es cierto Bella no exagero. Al ver su mirada acusadora rectifique mis palabras.Esta bien quizás exagere un poco, pero solo serias la reprobada de unos 5 años máximo, no me extrañaría enterarme que eres la rompe corazones de muchos estudiantes. Y realmente no soy tan joven parece que fuera ayer cuando entre a Hogwarts y mírame ahora. La observe alzando una ceja en forma de pregunta. Ire a ver tu despacho mas pronto de lo que crees, es el té Oolong también conocido como te azul, es algo complicado de preparar pero vale la pena no crees. Me parece excelente la idea de hacerlo mas seguido bella, podríamos ir algún día a Hogsmeade por unas cervezas de mantequilla si le parece bien. Le comente mientras tomaba una porción de pay...

-No hablemos de romperle los corazones a los estudiantes que efectivamente, salgo perdiendo - dije riendo mientras apartaba el té de mi- Aunque a tí no te iría tan mal en esa área, pero claro, este es nuestro secreto- tomé un poco de pay y lo saboreé- Claro, el día que más te apetezca, pero debo admitir que soy mucho más fan del whiskey de fuego que de la cerveza de mantequilla, pero igual te haré compañía - sonreí- Pero de seguro que eres mucho más joven que yo, eso ni que discutir y sí, el té está delicioso... me recuerda a uno que solía hacer mi elfina...

Como subdirectora era mi deber conocer a todos los docentes de Hogwarts. Debía admitir que en cuanto a eso no había cumplido mi deber, más en estos días comenzaría a hacerlo.
Revisando la lista de los profesores decidí comenzar por la profesora de Astronomía, Emma Brown, que a demás era la jefa de la casa Ravenclaw, todo eso lo sabía por la hoja de papel que en estos momentos estaba sobre mis manos. Aquí estaba su expediente resumido, con su fotografía y todo.

Al llegar al despacho toqué la puerta con suavidad, al ver que esta se abría mágicamente entré al despacho con naturalidad. Me impresioné un poco al ver que no estaba sola, al parecer la profesora Bellatrix, la docente de la materia de Pociones y jefa de la casa Slytherin. Sonreí, pues eso solo significaba menos trabajo para mi, podría hablar con ambas al mismo tiempo, y después solo le pediría a la profesora Malfoy que fueramos a sus despacho para entrevistarla en privado.

-Buenos días, espero no molestar.-

No dije nada más, pues si estaba interrumpiendo algo mejor me iba para volver más tarde. Mientras esperaba respuesta examiné el despacho; era ligeramente más grande que el de varios profesores, pero esa era una de las ventajas de ser jefe de casa. Estaba bastante bien decorado, muy diferente a la antigua y extraña decoración de aquel lugar, los restauradores del castillo no se habían esmerado mucho que digamos en esas partes del castillo, más eso no suponía problema, pues daba total libertad a los profesores de decorar aquel lugar a su gusto.

Escuché la puerta del despacho abrirse de nueva cuenta y alcé la vista de mi taza de té al escuchar aquella voz femenina que provenía de la entrada. Vi a la subdirectora entrar sin más y saludar, preguntando si interrumpía algo. Definitivamente no lo hacía y como tal la miré y sonreí. Era una mujer joven y bella, educada y había algo curioso en ella, algo que a primera vista no supe identificar.
-Me tomaré el atrevimiento, pero me parece que no interrumpe nada, subdirectora... - miré a Emma en disculpa por tomarme esas atribuciones en su despacho- Prometo que puedes hacer lo mismo cuando estés en el mío - le dije riendo- Subdirectora, ¿gusta té o pay?

Sonreí al escuchar la respuesta de Bellatrix , aunque me impresioné un poco al ver que ella sabía quien era yo, más luego pensé que, a pesar de no conocernos formalmente, todos los del cuerpo docente de Hogwarts sabíamos quiénes eran nuestros colegas, al menos la mayoría.

-Bueno, muchas gracias profesora Malfoy, aunque también tengo que esperar a la respuesta de su colega, ya que sería una falta de respeto ponerme cómoda antes de que ella lo consintiera, no cree?-

Sonreí, más continué parada en el mismo lugar sin moverme. Cuando me ofreció el té y el pay negué levemente con la cabeza y respondí con suavidad:
-Muchas gracias por el ofrecimiento, mas tendré que decirle que no, gracias. Pero no me malinterprete, todo esto se ve delicioso, aunque hace ya bastante que no como algo que sea... diferente de mi rutina diaria de alimentos.-
La verdad era que mis sentidos del gusto y el olfato hacían que los alimentos dulces me causaran nauseas, a excepción de las pequeñas paletas de caramelo que yo adoraba. Podía comer algunas cosas saladas, aunque no me sabían muy bien que digamos, pero había muy pocos alimentos que no fueran sangre de animal o humano que yo pudiera consumir sin vomitar y sentirme terriblemente mal.

Hablaba tranquilamente con Bella cuando escuche llamaban a la puerta. Me voltee a observar a la nueva visitante que al parecer era la subdirectora de Hogwarts, no la conocía realmente pero de esa forma la había llamado Bella. Sonrei al escuchar la disculpa de la profesora Malfoy, no me molestaba en absoluto.No me molesta Bella, puedes tomarte los atrevimientos que quieras. Le informe para luego sonreirle.
Claro que puede pasar subdirectora, es un gusto conocerla; siéntase cómoda, como si fuera su despacho. Es una lastima que no desee nada, aunque puedo preparar algo que usted apruebe si así lo desea. Le conteste sonriendo

Le sonreí con cortesía a Cassandra y levanté mi taza de té llevándola a mis labios con delicadeza, mirando a ambas- Que pena, subdirectora, el té de Emma está delicioso y el pay, aunque yo lo haya hecho, también - le guiñe un ojo a Emma cuando me dio el permiso- Mira, Emma no hagas confianza que puedo tomarme más y no te va a gustar - reí prontamente y me puse en pie- Bueno, supongo que usted ha venido a buscar a la profesora Brown así que yo me retiro... - me acomodé el vestido y tomé la taza- ¿Está bien si te devuelvo la taza más tarde, Emma?

-Muchas gracias profesora Brown. Igualmente es un gusto poder conocerla oficialmente.- De pronto, me percaté de algo.
-Pero que descortesía, lamento no haberme presentado bien. Yo soy Cassandra Ducayne, como ustedes ya saben, subdirectora de Hogwarts, pero además también profesora de Historia de la Magia.-
Sonreí tras presentarme de la manera debida. Estuve a punto de hacer una reverencia, mas a tiempo recordé que eso ya no se hacía en estos tiempos.

Escuché el ofrecimiento de la profesora Brown , era muy amable de su parte, pero tuve que negarme con cordialidad.
-No dudo que usted sea muy buena en las dotes culinarias, señorita Brown, y estoy seguro de que todo está delicioso profesora Malfoy, pero no gracias.-
Me senté en una butaca junto a las dos, como me había invitado Emma a hacer y proseguí:
-De hecho si, he venido a hablar con la profesora Brown, más me gustaría que usted también pudiera estar aquí, aprovechando la oportunidad...
Esperaba que no se fuera, pues la verdad tenía muchas cosas que hacer y tenerlas a ambas era una buena manera de ahorrar tiempo.

Me senté delicadamente de nueva cuenta, acomodando mi vestido y tomando de mi taza una vez más. Miré a la subdirectora y sonreí preguntandome de qué querría hablar con ambas. Seguro algo respectivo al colegio pero deseada saber que era que la ponía tan seria.
-Muy bien, señorita subdirectora, creo que la escuchamos... - miré a Emma un poco intrigada y me enderecé enla silla.

No tenia la mas mínima idea de que podría querer hablar la subdirectora Cassandra con mi persona y menos aun con Bella y yo juntas, suponía que seria un asunto del colegio, al notar la mirada de bella levante las cejas encogiéndome de hombros, ya que al parecer ella igual que yo no sabia de que se trataba todo esto.Esta bien profesora Cassandra, seria tan amable de decirnos de que desea hablarnos ya que al parecer ambas estamos totalmente intrigadas.Le sonreí con la duda pintada claramente en mi rostro.

Tras una sonrisa agradeciendo que la profesora Malfoy se quedara, me acomodé en mi asiento y me puse un poco más seria.
-Bueno, que estén intrigadas no se me hace del todo extraño, pues usualmente no salgo de mi despacho y últimamente no he charlado con ninguno de los profesores, aunque estoy segura de que al menos tienen una idea aproximada de lo que les voy a hablar.-

Tomé un pequeño portafolios que traía y de ahí saqué un par de hojas, las coloqué con suavidad en la mesa y proseguí:
-Vine para hablarles acerca de varias cosas, en su mayoría sobre el nivel de estudios del colegio, hay varias cosas que tengo que hablar con la mayoría de los maestros, algunas son individuales, mas estoy intentando hacer una pequeña junta con todos los profesores para poder informarles a todos al mismo tiempo, aunque eso vendrá después. Para lo que vengo es para preguntarles acerca de ustedes, pues como subdirectora es mi deber conocer a los maestros. Aquí tengo sus expedientes, pero lo que yo estoy buscando es que ustedes me lo cuenten, aunque también voy a tener que hacerles algunas preguntas de opinión que me ayudarán a conocerlas mejor. Y, por supuesto, tendremos que discutir ciertas cosas a nivel profesional, como el tipo de enseñanza, por ejemplo.-

Sonreí de nuevo, eran bastantes cosas y, a mi parecer, no me había explicado lo suficientemente bien, mas en ese momento no importaba, porque se iría aclarando por si mismo mientras yo estuviera charlando con ellas. Mejor dicho, mientras las estuviera entrevistando, pues ambas cosas eran distintas.

Miré con curiosidad el portafolios que llevaba. Era obvio que había un expediente mío en el colegio, más me intrigaba saber que podía contener. Ni yo misma sabía mi historia y jamás dije o dejé que vieran muchas cosas sobre lo que hacía o no fuera y dentro del colegio la primera vez que enseñé aquí. Igual, creía que no había nada que temer. Asistí a cada cosa que dijo Cassandra y dejé la taza de té casi vacía en la mesilla de centro.
-Muy bien, yo estoy lista - crucé mis manos sobre mis rodillas que encimadas y me concentré en ella.

Se me hacia difícil comprender porque quería entrevistarnos, las clases estaban a la vuelta de la esquina así que comprendía que quisiera asegurarse que nuestras clases estuvieran bien planeadas, al momento en que pidió nuestras opiniones supe que esto seria largo y tendido; así que me acomode en el sillón para luego centrar todo mi atención en ella.Esta bien profesora Ducayne que desea saber? Le comente.

Me alegró saber que ambas estaban listas y dispuestas, así que me acomodé en mi asiento, tomé un par de hojas, una pluma y un tintero para escribir y comencé con las preguntas:
-Bueno, como les expliqué, uno de los propósitos de esta entrevista es conocerlas, así que comenzaremos con las preguntas personales, o más bien, de opinión.
¿Cuál es la opinión que tienen sobre ustedes mismas?-

Había empezado con una pregunta que me podía revelar bastante o muy poco, depende de las respuestas y las cosas que tenía en sus expedientes. Me fijé en la lista de preguntas que me quedaban por hacer y, mientras esperaba las respuestas, me puse a pensar cuáles les podría preguntar con ambas presentes y cuáles tendría que hacer de forma individual.

Off: Bueno, solo les quería avisar que la administración cambió algunas cosas del reglamente y que el número inicial de lineas para jefes de casa, miembros de la dirección, funcionarios importantes del ministerio, etc. es de 9 lineas.

Me quedé mirando esperando a que la anfitriona respondiera primero. Era lo mejor, además me daría tiempo de pensar sobre la respuesta. Aunque lo cierto, es que me había cogido desprevenida. No tenía ni la más miníma idea de que sería lo que la subdirectora Cassandra querría escuchar de nosotros y lo peor, no tenía ni una opinión sobre mí. Ni negativa ni positiva. ¿Quería que le hablara de mi pasado? Ni yo tenía idea de que pasaba conmigo. No conocí jamás a mis padres y toda la familia que conocí fue la elfina con la que crecí. Tenía algunas relaciones con los Malfoy pero sabía que ellos no eran mi familia, me preocupaba lo que estaba o no en el expediente. Pero si tenía incertidumbre, no la demostré. Me quedé en silencio esperando a que Emma respondiera.

La pregunta me tomo por sorpresa no sabia como responderla realmente, no puedo decir que tengo clara mi opinión sobre mi misma y que la profesora Ducayne tuviera un expediente de mi del que no tenia la menor idea que podría contener no ayudaba mucho con mi nerviosismo esperaba que Bella contestara primero para poder pensar un momento mas en mi respuesta, pero me lanzo una mirada que al momento supe que no contestaría hasta que yo lo hiciera. Acomode un poco mi vestido y contesteBueno profesora es una pregunta difícil de responder, no tengo una opinión concisa de mi puedo decirle hoy que soy una persona muy seria y mañana podría verme saltando por todo el colegio. Pero puedo decirle que Se lo que quiero en mi vida y soy de esas personas tercas que hasta que no logran lo que sueñan no duermen tranquilos uno de mi sueños era enseñar acá y se ha visto cumplido después de esmerarme mucho, soy perfeccionista al extremo si vamos a realizar algo que sea perfecto o no lo hagamos no me gustan las cosas a medias, soy terca cuando creo que tengo la razón y puede haber otra manera de realizar las cosas, a mis alumnos solo les pido empeño y ganas de trabajar con ellos puedo ser muy dulce si me demuestran eso pero si los considero holgazanes y poco entusiastas se encontraran con una persona de mucho carácter a la cual deberán obedecer sin rechistar. Supongo que para mi edad aun soy muy soñadora creo que todo lo malo se resuelve si sabemos trabajar juntos, y aunque prefiero pasar una tarde leyendo un buen libro me encanta hacer amigos en algunas ocasiones puedo mostrarme callada y algo fría pero soy muy observadora y mi curiosidad no tiene limites, creo que por lo mismo fui una buena Ravenclaw pero a pesar de eso mi lealtad es para siempre si la ha ganado no la perderá a pesar de todo. Tome un poco de aire estaba muy nerviosa luego de decir todo aquello.No se me ocurre mas por ahora pero espero al menos darle una idea sobre mi.

Esperé un momento a ver si la subdirectora diría algo. Al ver que no lo hacía, suspiré y me enderecé en la silla inclinandome sutilmente hacia ella y mirándola con atención. A veces esa mirada incomodaba aunque yo no lo intentara. Esperaba que ella no lo tomara como un reto, ya que no era mi intención.
-Bueno... si es cierto, que la respuesta a esa pregunta es totalmente ambigüa y depende de quién le hable de mí, no tengo una opinión bien formada acerca de mi misma, no acostumbro hablar mucho de mí ni de nadie, soy una persona por lo general bastante solitaria... este gesto que ve que hice hoy con Emma es totalmente nuevo y extraño para mí, a pocas personas les permito entrar en mi vida pública y mucho menos en la privada. Soy estricta en mis clases, pido más del 100 a los alumnos y los que no lo hacen, simplemente no son para las pociones. Soy dura pero puedo ser fléxible con quien veo que tiene la oportunidad de mejorar ... le dirán mil cosas de mí o yo misma podría decirselas, pero lo cierto es que ni la mitad serían ciertas... -la miré y sonreí ambiguamente-