Al llegar a dicho lugar su padre lo recibe y platica con el un largo rato, donde le dice variadas cosas, pero lo más importante de todo, le hace entrega de su tan preciado y raro escudo mágico, para que Aragon lo cuidase desde ese día, tras aquello, se dirije a sus aposentos y hace las maletas aun sin muchos ánimos, siempre mirando el cielo para encontrar allí algo de motivación pero hasta ese momento aun no aparecía.
Luego de empacar y bajar sus maletas, el carruaje mágico lo esperaba para ir al famoso callejón diagon, entonces se sube en compañía de su fiel servidor Glen, el cual más que su siervo era su mejor amigo, pero él se mantuvo en silencio todo el camino, siempre pensativo y mirando el horizonte con nostalgia, a lo cual su amigo se limito a observarlo.
Ya salidos del reino mágico y comprado todo lo necesario para ir a aquel colegío, se separan de forma definitiva en el anden 9 3/4, donde Glen lo abraza y decirle el último adios, o mejor dicho un hasta pronto muy largo.
Al subir al expreso, tubo la fortuna de ir la mitad del trayecto solo, donde penso en todo lo que había dejado atrás, pero también penso en lo que vendría en su nuevo camino, los nuevos lazos de amistad y quizás su primera novia, pero en eso no pensó mucho ya que no era mucho de tener ese tipo de relaciones, ya que no había encontrado la chica perfecta. Pero la otra mitad del camino, otros alumnos se sentaron en su vagón, lo cual de primera no le incomodo, pero cuando comenzaron a hablar mucho si, por lo cual se llevo todo el resto del camino escuchando música clásica.
Tras varias horas de un agotador viaje, llega al imponente castillo, era muy elegante y con aires gótico, lo cual le fascino a él, ya su primera impresión del su nuevo hogar le había gustado. Al bajar del expresso, camina algo distraído por el lugar, mirando y ambientándose al colegio, viendo de aquí para allá, buscando, preguntando, recolectando información, tras varios minutos de aquella pequeña búsqueda, llega al gran salón, en el cual no había casi nadie, solo unos pocos que disfrutaban de lectura o un juego de ajedrez, por lo cual camina mirando a cada uno de los que estaban en aquel lugar, pero al poco tiempo se aburrió y sorprendente mente se estira en el suelo, mirando al cielo del lugar, suspirando pesadamente, imaginando como estarían en su reino y que harían en ese preciso momento.
Última edición por Aragon Pendragon el Vie Abr 06, 2012 11:35 am, editado 3 veces