De regreso (Sev)

Hacia apenas unos dias atras habia recibido la llegada, el regreso de Antonella anticipado por la llegada de nuestra preciosa hija Jennifer; que habia resultado la viva imagen de su madre en su epoca de colegiala pero, con la noticia de que estaba ya de planta en san mungo sabia que tarde o temprano nos reencontrariamos y eso me llenaba de algarabia por lo que esperaba con ansia el momento.

Fue precisamente eso o que me llevo al castillo donde estudiaban todos mis hijos e hijas entre ellas Jenny; sabia que tarde o temprano ella andaria por ahi y so pena de dejar el ministerio un poco desatendido fui hasta alli esperando con ansias ver de nuevo a Anto.

Por tal motivo habia llegado diario al castillo con mis mejores garras pero para compaginar ambas labores mi apariencia se habia descuidado al cabo de los dias lo que me tenia nervioso porque ella seguro estaba luciria muy bien.

Y de pronto ahi estaba... reconoceria aquella forma timidamente cadenciosa de caminar que la distinguia desde que ella y yo nos conocimos; quizas no en las mejores circunstancias y ya hacia muchos años pero e recordaba como si fuese la primera vez, si duda su belleza se habia incrementado con los años y como decian los muggles "la maternidad embellece a las mujeres". Conocia su edad pero no aparentaba en absoluto los 30 años que ya tenia porque su belleza era la de la misma que años conoci y disfrute.

- ANTO - grite para que me oyera dando largos pasos porque ya se iba a adentrar en el castillo y quizas no me veria ya que yo estaba en el primer piso arriba y quizas ella no subiria las escaleras. Cuando vi que ella me observo de inmediato me traslade corriendo a donde estaban las escaleras con el fin de poder verla y encontrarnos, un momento ansiado por quince años.

Cuando baje las escaleras alli estaba; no se habia movido ni un solo milimetro de donde la habia visto, estaba aun en el filo de lo que constituia la construcción del recien restaurado castillo. Me esperaba de pie con una amable sonrisa la expresión natural de la Antonella que recordaba asi que sin poder ocultar mi entusiasmo fui corriendo donde ella, en esos momentos no importaba ni mis armani recien comprados o nada mas, de pronto era ese chico de menos de mas de veinte años que corria a ver una chica que dejo de ver hacia ya mucho.

- Antoooo - dije alargando mi expresión cuando la abrace con mucha fuerza, no sabia si me odiaba, me apreciaba, me queria y en realidad no me imprtaba pues era mucha alegria de verla alli y por eso mi reacción asi.

Sentia como el cuerpo de aquella chica que aguna vez y mas de una vez cargue en mis brazos volvia a estar ahi; sus facciones aunque delineadas y reformadas por la edad eran las mismas de la chica dulce que hace años no veia y con muchisimo animo le abrazaba simplemente viendo su lindo rostro mientras entre el abrazo ambos girabamos.

Sin pensarlo doces veces y con mucha ternura dije - no soy frances pero - cuando la baje de mis brazos le di un par de besos en ambas mejilals suyas y sin mal no reordaba lo que seguia era el rubor en sus mejillas por lo que me tape los ojos y le dije - para este momento ya debes estar sonrojada - dije abriendo mis ojos comprobando mi suposición que era correcta.

- Hay ciertas cosas que nunca cambian verdad Anto - dije y sin mas como parte del saludo le di un beso de piquito apenas rosando sus labios - y otras cambian para mejorar - le sonrei esperando su reacción aunque a mi eso utimo me habia recordado el sabor de sus labios.

- Pues sencillo; tu siempre me saludabas de beso de piquito mas bien y eh adoptado eso como saludo en mi familia y ... aunque ya no sea tu principe azul - suspire pensando que quizas ya no me querria como antes - ahora tenemos una hija y tu eres la madre de nuestra hia asi que por lo menos me quedara el sabor de tus labios cada que te vea porque... asi es nuestro saludo - aquello de nuestro era porque por su causa el saludo de un sith era de beso en los labios.

- Woow, estas hecha un mujeron veo que lo que se decia de las mujeres bonitas y los vinos es real como los buenos vinos cada dia mejor - en aquel instante lleve mis manos tras su cintura y le abrace apretandole suerte pegandome a ella, un abrazo distinto al anterior que habia sido mas que nada alegre pues en este abrazo sentia como nuestras almas eran las que se acercaban casi como extrañandose por años.

No sabia si era el momento pero casi podia jurar que su cabeza descanzo en mi hombro como si todo aquello que le pudo pasar estuviera siendo descargado descanzando con ella abbrazandome.

La sola idea de que hubiese aceptado nuestro saludo por si sola me era simplemente increible y mas aun cuando anego la posibilidad restrictiva de que yo fuera su principe azul diciendo "yo nunca dije que ya no fueras mi principe azul" por lo que despues de oirla y cubrirla con mis brazos pude decirle - es cierto Anto, tenemos muchisimas cosas de que platicar pero lo importante es que volviste y estas aqui de carne y hueso; mas y mejor carne que hueso debo decir - esto ultimo lo comente apenas separado de ella mirando que en realidad conservaba una figura espectacular.

- Y no creas que un simple abrazo compensara los muchos que aun nos debemos y bueno si; ahora soy ministro de hecho .. soy el ministro de magia mas joven en asumir el cargo, anexando tus halagos estoy en mi mejor momento segun tu... si fuera mujer me comeria a mi mismo - rei mientras ambos nos mirabamos el uno al otro.

Cuando se dio vuelta haciéndose la graciosa al sugerir que yo pensaba que estaba gorda simplemente sonreí y puse ambas manos mías entrelazadas en su estomago mientras le decía - no estas gorda pero por alguna razón bien podría decirte que te quisiera comer todita - dije haciendo alarde de mi habitual galantería que siempre resaltaba mas que otra cosa.

- Si no te incomoda atender al mismo paciente cada semana por no se ... que te parece un mal hechizo regenerador de huesos - le dije mientras me quite de detrás suyo para darle espacio despues de todo ella debia disfrutar del castillo que antes fue su colegio.

- Jee aunque mi apetito ya no es el de antes siento que mis gustos se han refinado - dije y pase mi diestra por detrás de su cintura y aun sin saber porque comencé a conducirla adentro de la vieja construcción del castillo; mas me alentaba que no oponía resistencia - cuando era un estudiante y aun siendo profesor nunca me imagine llegar a ser ministro de magia, de hecho para tomar el cargo casi me obligaron -

- Cuando nos conocimos lo recuerdas - dije mientras nos adentrábamos en el castillo comenzando por evitar las escaleras donde yo había bajado; íbamos a recorrerlo de abajo hacia arriba o al menos eso esperaba - casi fueron las mismas palabras que usaste diciéndome que me conocías; que no querías salir lastimada porque sabias quien era y lo que era, que no saldrías conmigo nunca y en efecto tu y yo nunca salimos en forma ya ves que yo era 2SX - en ese punto mientras caminábamos ladee mi cabeza para que ella hiciera lo mismo caminando mas juntos.

- Y bien valdría la pena con tal de verte el que me tuvieras que ver vistiendo un elegante traje color caoba - dije en relación a que morir por verla era un precio justo - si; algún día tu me vieras vistiendo mi elegante traje color caoba; te dolería? - pregunte para saber que pasaría con ella si yo muriera.

- Y eso de las mujeres de mas de cincuenta; bueno, mientras una mujer se sienta eso la edad es lo de menos, cuando concebimos a Jenny no nos importaban las diferencias de edad o si aunque en ese momento era el profe de moda entre las chicas -

Solté una visita cuando hizo aquella vocecilla que según ella tenían aquellas chicas - en realidad decían todas esas cosas de mi - dije volteándola a ver y suspirando con un dejo de añoranza en la voz pues estando con ella llegaron a mi mente los pasajes del ayer en que solo importaba disfrutar el momento; al menos esa era mi filosofia en la vida - sabes recuerdas que fue la unica a la cual le dije como me habia creado esa fama; recuerdas que te dije que nunca me importaba lo que los demas pensaran y que cuando mis alumnas querian platicar conmigo me gustaba hacerlas sentir bien; porque eran mis referencias como alumnas y como mujeres en general, me portaba amable y atento hasta cariñoso pero; cuando ellas confundian mi amabilidad era cuando veian los problemas porque ellas esperaban cierta correspondencia y como dice esa canción: "les dije tu eres bonita pero te falta la edad, ya llegara tu momento en que sola puedas volar" - sonrie acallando en mi una risa leve.

- Muchas de ellas se quedaban solo con un beso; aunque a veces eso no funcionaba, en realidad mi manera de ser me convirtió en lo opuesto que ellas creían -

- Bueno quizas ese retorcido complejo de Edipo derivo despues de pretender a la profesora Bellatrix - dije recordando aquellos extraños dias - en ese entonces yo era alumno y quizas por eso no quise que una alumna tuviera una mala experiencia por un amor platonico - aquello decia hasta que cai en la cuenta de lo que ella decia y deje de seguir explayandome para poder pensar y decirle.

- ¿Que chismes? - pregunte cuando analice lo que me quería decir y le sonreí diciéndole - anda dime; que chismes circulaban por ahi ademas quiero saber que alumnas se pasaban diciendo que habían pasado la noche conmigo porque; que yo sepa no eran muchas entre ellas tu -

- Y... déjame acordarme; de quienes se enteraron de aquellos besos inocentes que llegaron a mas, tu supiste que alguien supiera -

Oía lo que ella me decía y me llamo la atención ciertas palabras que me atreví a repetir diciendo - ¡Que por fin ya te habian conseguido, que las amabas, que estaban embarazadas de ti, que ya las tomabas en serio!- termina en un tono de exclamación por la sorpresa que aquello presuponía para conmigo - eso si que no lo sabia; puedo saber si esta sobreviviente del club Severus me puede decir quienes eran quienes decían eso porque no solo era un gigolo ambulante, siempre mas un romantico - dije sonriendo con hilaridad, ella y yo nos la pasábamos bien porque así fuimos desde chicos; siempre nos llevamos genial.

- Sabes que la profesora Bellatrix fue la que me hizo hombre - dije y era extraño como con ella tenia tanta confianza de contarle incluso esas cosas que a muchos ademas de intimas parecerían impropias pero con ella eso no me importaba; sabia que ambos confiábamos el uno en el otro - y; no creo que el colegio supiera a cienciacierta que yo era así sino habrian encontrado al virus que estaba embarazando alumnas - aquello no era buen chiste pero sabia que ella tomaba las cosas con humor.

- No que yo recuerde lo nuestro era mas que amor o que un simple enamoramiento porque tu y yo bueno; eramos amigos desde antes fue quizas que nos idealisamos demasiado tu y yo - dije escuetamente pero con un dejo de alegria - ademas eso que dices; quizas si lo de la profesora hubiera ido mas alla despues cuando fui profesor quizas si hubiera refinado mis gustos para estar con alguien de mas de ciencuenta años pero no es cierto; no creo que nadie creyera que embarazaria a sus hijas en venganza a lo mucho por pacer - recorde por un mmento lo que ella habia dicho y me causo morbida hilaridad ya que siempre me habia considerado muy suelto en esa clase de temas y en mi personalidad también.

Note la hora que era y le dije - oye; ¿Recuerdas lo famosas que eran las elfinas de hogwarts por preparar una tarta de muerte y unos cortes para chuparse los dedeos? quieres que vallamos a comer al gran comedor como en los viejos tiempos y claro; yo invito - le propuse alegre de recordar los ratos libres en que cuando yo terminaba de comer haciendo sobremesa ella me seguia viendo comer, a veces mas del doble que ella.