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- Siempre fue uno e los perriños mas cariñosos; aunque debo decir que no fue para nada fácil para mi llevarlo a descansar cuando tuvo una edad muy avanzada; es lo malo de encariñarse demasiado con las mascotas sabes... no me gusto que simplemente lo desapareciera de tu lado pero al menos no sufriste viéndolo enfermo o ciego; yo no pude ser cruel con ese amiguito mio, de alguna manera era parte de la familia aunque no estuviéramos juntos compartíamos eso -

- Aun recuerdo cuantas ganas tenia de ir a verte cuando salias a la calle esperando a que regresara aquel amiguito tuyo pero; no podía dejar que lo vieras asi discúlpame pequeña pero... - la mire por un segundo dudando realmente si debía decirle aquello: - quieres que te diga algo muy bonito para ti o; quieres que te de una muy bonita sorpresa; tu decides Jenny sera mi regalo por haberte reencontrado y te aseguro ese pequeño te encantara - le sonreí esperando su respuesta; aquella compañía que de cierta manera me mantenía con ella y que ahora juntos podía regálasela era mi motivo para sonreír.

Me acerque a ella porque aquello de no poder decidir apropiadamente era algo que había heredado de mi, la capacidad o incapacidad para decidir en ciertos asuntos sencillos como ese. Así, aprovechando que le había abrazado pronuncie un hechizo no verbal para atraer a cierta criaturita hasta nosotros y con un suave golpe aprovechando su espalda ella no se había dado cuenta de lo que había llegado.

- Ya llego Jenny; ahora con cuidado que quiero presentarte a un amiguito - dije y separándome de ella mostré al peludo amigo descendiente de Tontin el antiguo perro que fuera mascota de ella años atrás, el único lazo que nos había sin que ella supiera mantenido unidos.

- Este amigo es el nieto de tontin; hijo de su hija y se llama "Hey tu sácate de aquí" y hasta hoy fue mi mascota - dije sonriendole mientras dejaba al cachorro en el piso y lo movía con el pie como si lo pateara de manera cariñosa.

- Y digo que hasta hoy fue mi mascota porque ahora esta libre y desamparado; creo que necesita una personita que le de mucho amor como a su abuelo... es tuyo pequeña, desde ahora este chamaco tiene la mejor mama y paso a ser su abuelo -

Cuando iba a acercarse al cachorro le dije jugando: - cuidado porque muerde - sonreí y dando una carcajada mire como mi hija se apartaba ante mi falsa advertencia diciéndole: - no es cierto amor; ese cachorro esta muy bien cuidado y lo eh entrenado para ser el mas celoso guardián de mi perla mas preciada asi como su abuelo cuido también de ti; muy pronto será grande y fuerte para cuidarte como el mas feroz cerbero y ya veras que nadie si quiera se atreverá a molestarte -

Sonreí mientras la curiosa criaturita comenzaba a mordisquear mi pantalón jugando conmigo – sabes que este chico tiene una dieta muy especial que hasta ahora consistía en muchos de mis zapatos derechos; mayormente los que son de piel muy caro me sale ese alimento especial – le comente y agregue: - sabes que entre sus lujos también esta como botana mis pantalones de tela importada -

Alce las cejas cuando mi hija me dijo que llevaría al pequeño can a vivir a donde la familia y mi expresión no era de enfado sino de enfado fingido y de pronto solté una risa alegre mientras acariciaba a mi pequeño amiguito.

- Sabes; siempre guarde la esperanza de que cuando creciera a este pequeño le saldrían otras dos cabezas y se haría mas grande para cuidarte, algo así como cerbero el guardián de los infiernos para que te cuidara y que… nadie se te acerque - esto ultimo lo dije entre tosiendo para que no escuchara muy bien.

De alguna manera lo fingido se volvió real y comenzó a faltarme el aire y manoteando pegue al cachorro que ávido de mis juegos me mordió jugando pero con fuerza que me hizo sacudir mi mano jalándolo haciendo que se callera al piso comenzado a corretear alrededor nuestro mientras mi mano ya lucia con unos pequeños hoyuelos sangrando apenas gotitas.

Mire al perrito de reojo; le tenia muchísimo cario al can, tanto así que tomaba a juego lo que acababa de hacer y en broma le dije a mi hija: - ahora si pequeñin; si a tu abuelo no lo cocine por haberme arruinado un Armani tu quizás no corras con tanta suerte - y en eso hice como que correteaba al pequeño para después de dos vueltas me pare en seco y poniendo las manos en mi espalda le dije a Jenny: - creo que ya estoy viejo para esto - mire a mi hija y agregue: - dime la verdad; de cuantos siglos me veo, seguro tan mal como tu tío -

Recomponiendo mi figura y viendo que ahora el pequeño perrito ahora propiedad de mi hija comenzaba a merodear con rumbos a la cocinas, le comente a mi princesa: - tu eres la dueña de ese Cerbero - esto como comparativa con el perro que custodia las puertas del infierno - así que me debes una compensación por la gracia que me hizo - mostré la mancha que ya tenia en la camisa y de improviso le puse mis manos en la cintura y la eleve un poco dándole un ligero aventón hacia arriba para atraparla y hacerla asustar apenas.

Sabia que la figura de mi hija de apenas edad adolescente era envidiable, porque siendo sincero su madre era tan guapa como ella pero gracias al ejercicio que hacia no me fue difícil manejarla de tal manera que pude juguetear con ella por unos instantes hasta que sus golpes en mi pecho – nada dañinos – hicieron que supiera que quería que la bajara como hice después de unos instantes.

Luego; sentí un pequeño tirón en mis pantalones y mire hacia abajo encontrando a “hey tu sácate de aquí” jalando con sus dientes mi ropa; el pequeño cachorro quería jugar y así lo hice, sonreí a mi hija y me agache apenas un poco sujetando al pequeño cuadrúpedo por las orejas ladeando su cabeza y presionándolo suavemente contra el piso hice que el cachorro comenzase a gruñir graciosamente al tiempo que note que mi hija se agachaba sin saber si seria para jugar con su nuevo cachorro o para “defenderlo” de mi ataque. Yo mientras tanto reía haciéndole de cosas al pobre can que desde ahora cuidaría de mi tesoro; mi hija.

- Ah, ¿Apoco crees que solo porque son dos no puedo con ustedes? - sonrei al tiempo que la miraba con mi mirada maliciosa pero juguetona y ante los ladridos del cachorro que presentia que la juguetona persona junto a el le abordaria mediante cosquillas y demas.

En un gracil movimiento me coloque de costado a mi hija y coloque mis manos alrededor de ella rodeandola para luego jalarle haciendo que mi cuerpo cayera jalandola a ella y por consiguiente al pequeño; ella cayo encima mio sin hacerse daño, hasta cuando comence a hacerle cosquillas y a tratar de cubrirles con mi cuerpo aprisionandolas contra el suelo, sin dejarlos escapar comenzando a burlarme de ellos.

Continue haciendole cosquillas de manera que los tres nos divertiamos; era increible que por mi cobadia por presentarme ante ella cuando niña me hubiera perdido de momentos que quizas tan divertidos como ese habrian sido muchisimos mas y aunque no podia hacer nada por el pasado, el futuro estaia rodeado de momentos tales como aquel en que hasta una tortura de padre a hija resultaba en risas y buena vibra; apenas podia entre risas escucharla hablar y/o reclamarme que mis presas fueran liberados de mis faces cosquillosas irresistibles.

Unos segundos despues y entre juegos vi apenas el lugar recordando que aun estabamos en un concurrido lugar y seguramente llamando la atencion asi que baje la intensidad quedandonos quietos en el suelo los tres; sentandome en el piso con ella cerca y ahora me daba cuenta que mi camisa ahora era mordida por la mascota y guardian de mi ṕequeña Jenny.

- Bien hablando de eso, sera una camisa; Oscar de la Renta por favor, tambien necesito un traje nuevo Armani por favor y de paso unos Prada y si ya se que son para mujer pero los necesito en tu numero de calzado para dartelos de regalo en tu cumpleaños - me incorpore y arregle mi aspecto - claro si es que estas haciendo la lista de cosas que quiero para mi cumpleaños que ya es en pocos meses, porque me estabas dando a escoger lo que mi hija me va a regalar verdad Jenny - dicho eso me movi para que mi rostro quedara frente al can y dije: - hey tu sacate de aqui; si me sigues provocando veras.. ni tu mama te salva de mandarte con el señor que hace barbacoa - cual juego me quede mirandolo de manera retadora y gruñendole.

Rei por lo bajo cuando mi hija pasaba penurias con su ahora nueva mascota y guardian - el abuelo de ese cachorro antes de ser tuyo mordio mucha de mi ropa en poco tiempo y pase tiempo para que cuando llegara a tu vida fuera algo mas tolerable - dije rodando los ojos en señal de que aquellos eran buenos tiempos, aunque con su toque de locura clasico en todo lo que entraba en contacto con mi entorno.

- Jenny; sabes que fuiste la penultima de mis hijas en encontrarte, quizas ya los conozcas pero nunca te eh hablado de como encontre al resto de tus hermanos y hermanas, quisieras saber mas acerca de eso, claro despues de que captures a ese pequeño que va por los bocadillos a la cocina - dije señalando al pequeño que corria a la cocina.

Mi expresion fue directamente un signo de interrogacion por lo que habia dicho; en realidad como en mi pais de crianza se diria ella habia cantinfleado y entre sus palabras no habia entendido mas que la idea general asi que despues de sacudir mi cabeza como un perro cerre los ojos para al abrirlos saber que contestar.

- Bueno Jenny; ya voy siendo mas tu padre porque ya empece a no entenderte - dije bromeando y continue - pero, lo que si puedo decirte es que la historia de tu padre y todo lo que eh tocado ah sido en si mismo; complicado... y tu misma asi lo eres, porque eres una Sith - le di unas palmadas en el hombro y revolvi su cabello.

- Ahora mi niña; la top model de los Sith quieres oir acerca de aquellos que llevan tu sangre y como llegaron a mi vida -

Mire con alegria que el cachorro se adaptaba a la perfeccion a mi hija Jenny y a pesar de que eso me alegraba de sobremanera me acerque al cachorro fingiendo enojo y le dije: - asi me pagas ingrato; yo que te cuide mucho y ahora de buenas a primeras flojito y cooperando verdad - al final le gruñi acentuando mi actuacion, para despues centrar mi atencion en mi pequeña sin saber por donde comenzaria la historia de como es que mis hijos llegaron a mi vida.

- Bueno; antes que todo debes saber que todo lo de nuestra linea temporal es extraño porque no deberian ni si quiera existir en este tiempo; yo principalmente y de eso se deriva unas cosas muy locas que realmente se resume en yo desapareci mucho tiempo y que cuando volvi no recordaba mucho de mi vida y fui un nomada - eso habia sido un buen principio de historia, porque era confuso tal y como mi vida; ademas empezaba con un panorama ambiguo.

- Veras; cuando mi vida termino algo cambio, aquella vez me encontraba debil por un hechizo que habia hecho yo y entonces; el demonio que vivia en mi cedio su poder al Kimera y se apoderaron de mi por eso mi cuerpo fue mas malherido con multiples laceraciones - trataba de recordar aquellos dias en que el aura roja del demonio me cubrio y me hizo quemar y sangrar.

- Luego; me entere de que tendria otro hijo y eso me volvio a la normalidad pero muy debil, ese hijo era tu hermano Junior... fue ahi - hice una pausa larga y trate de describir muy bien aquello que recordaba aunque en realidad no era mucho - despues solo senti una especie de pinchazo y deje de sentir mi cuerpo mirando como el piso se acercaba porque cai descompuesto, me habian clavado seis dagas de hierro en la espalda e incrustadome en el suelo -

Cerré los ojos por un momento pensando sobre aquellos que en algún momento fueron quienes me lastimaron tanto, finalmente; ella era mi hija y si alguien tenía derecho a saber la verdad sobre el origen de toda nuestra linea de sangre eran todos ellos, mis hijos; aunque entenderlo no era fácil.

- Veras; cuando yo llegue a Hogwarts fue como un alumno sin pasado, sin familia, sin amigos y sin memoria; ellos pensaban aquello pero no era así - tomé delicadamente la mano de Jenny para comenzar a caminar con ella y que así la historia quedara solo entre los dos - yo llegué a este tiempo del futuro; un futuro con un mago adolescente que era buscado por los aurores del ministerio; por vagancia y crimenes menores - sonrei recordando que hasta ese tiempo en el futuro siempre había estado solo; sabiendo que como dice el dicho: “entre más se tiene, más se puede perder”.

- Y; aprendí a viajar en el futuro porque, uno de mis hijos volvio desde un futuro aun mas lejano; un futuro donde yo no existía pero donde las cosas que en mi viven se habían apoderado del orbe; ese hijo que no nació, ese hijo que jamas existió mas porque el futuro cambió por su sacrificio -

Suspire tranquilamente recordando lo que aparentemente ya hacía mucho que había sucedido y como; aquel chico había muerto en mis brazos no sin antes revelarme el secreto para poder romper las barreras del espacio-tiempo, ahora que lo recordaba no debía olvidar esos detalles porque por vivir una aparente tranquilidad me había casi olvidado que una versión joven de mi propia persona deambulaba por el mundo sin muchos recuerdos; mas que el haberme visto justo despues de usar en el Obliviate.

- Trate a toda costa de salvarlo para que no muriera pero ya era tarde; sus heridas eran ya muy graves e internas para sanar, eran sellos malditos los que me impidieron curarlo con magía - dije soltando un amargo suspiro - ahi fue cuando supe que algo o alguien le había seguido y me seguiría a trávez del tiempo -