Luna Simone Wright
Información Básica
Nombre completo:
Luna Elizabeth
Apellidos:
Simone Wright
Apodos o sobrenombres:
Simplemente Luna o "Lizzy" como acostumbran llamarla sus cercanos.
Orientación sexual:
Heterosexual y mentalidad abierta.
Género:
femenino
Casa en Hogwarts:
Ravenclaw
Trabajo:
De momento nada.
Perfil Psicológico Luna siempre la a caracterizado su carisma e inocencia en su presencia. Resulta ser una muchacha muy dulce y sociable que demuestra inmediatamente la facilidad que posee para hacer amigos. Es muy inteligente y aunque ella jamas asumiría tal denotación como perfil que la destaque; lo concentra de lleno en buscar el punto de equilibrio mediante la meditación. |
Gustos, Odios y Manías Gustos: - Meditar. - Salir con amigos. - Los caramelos. - Reír. - Un buen libro. - Te de hierbas. - El aire libre. - Amor y respeto por la naturaleza y los animales. - Dibujar. Odios: - Las discusiones absurdas. - La amargura de la gente. - El no disfrutar de cada día. - El tabaco. - La carne. Manías: - Creerse capaz de resolver cualquier dificultad. - Caminar descalza. |
Descripción Física |
Historia del Personaje Residentes de Hertfordshire, una familia pudiente y de ambos padres magos, nació Luna o “Lizzy” como corregía su padre cada que la llamaban por su nombre de pila. De pequeña creció en un ambiente de suma fraternidad; aunque ambos padres pertenecían al mundo mágico su orientación de vida siempre estuvo ligado más en el ámbito espiritual, lo que la hizo vivir durante años bajo danzas en alabanza a divinidades y en adoración a la naturaleza y su fauna. Sus padres, ambos ex alumnos de la casa de Ravenclaw; a través del tiempo comenzaron a aprender a utilizar la magia orientada hacia otras ramas. La abuela materna de Luna, Anne, durante su vida de joven, desconociendo por completo el mundo de la magia; no estaba tan desligada de estas corrientes, era una mujer que en la plenitud de su vida se hizo conocedora de religiones espirituales lo que a la fecha la condecoraban como sacerdotisa y bruja wiccana que por lo demás nada tenía que ver con lo que sucedería a la edad de los once años de su única hija, Emma, la madre de Luna, quien recibiría así su carta para ser parte de esta gran experiencia. Por suma insistencia de Emma y con la aceptación de Anne fue como la decisión se llevó satisfactoriamente a cabo tras la condición de no abandonar sus linajes espirituales. Sin más reparo fue así como Emma vivió y creció su adolescencia bajo las reglas del castillo Hogwarts, que por lo demás nada de desprovista se vio ya que a la edad de quince años fue como conoció a Charles, estudiante de su misma casa que se convertiría en el amor de su vida tiempo más adelante. Cuando ambos terminaron honrosamente sus estudios, comenzaron trabajos agrícolas para el cuidado de plantas mágicas y hierbas medicinales lo que se convertiría al pasar el tiempo en su medio de sustento que comenzó a darles frutos no sin antes conservar resguardados los consejos de la abuela Anne. Charles por su parte no se oponía a nada, aunque era todo un hombre de carácter; bien asumía que las creencias, a pesar de ser universales, estaban siendo utilizadas en beneficio de la fe y la dedicación que le otorgaban a este trabajo y en eso sí que él creía, no importaba el medio que fuese. En un viaje expreso que se les presento un año después del comienzo de su proyecto; cambiaría todo, Emma y Charles se vieron obligados a correr tras esta noticia que les había llegado. Estaban a punto de hacer surgir el negocio cuando embaucados en este viaje lleno de emociones con destino a Italia se dan por enterados de la buena nueva. Aunque Emma resultaba ser una muchacha alegre y demostrativa había algo que durante un mes le había ocultado a Charles. En tanto pisaron suelo veneciano Emma no tuvo reparo en correr para saber de su madre y en tanto pudo comunicarse con ella la madre confirmaba tal noticia. Emma hacia días que presentía el embarazo, síntomas y sueños de la madre le hacían confirmar cada vez más su suposición lo que la llevaron decididamente a confirmar si tal especulación era cierta. Un par de días antes de partir a Italia, ella y su madre se habían dirigido al hospital mágico y seria entonces cuando ya se daba por concluida la situación, ese dos de abril Anne le expreso a su hija lo emocionada que estaba de anunciarle que se encontraba oficialmente esperando un fruto en el vientre; y esta por su parte no pudo más que dejar llevar sus emociones y sus lágrimas comenzaron a escurrir por su mejilla de toda la felicidad que la invadía en ese momento. El pobre de Charles en tanto intentaba comprender la situación, la sostuvo de los hombros y ella sin más lo grito a los cuatro vientos. Era una emoción contenida y expresada a la vez, ella lo deseaba, y el ocultamente deseaba que ella fuera la madre de sus hijos. Tras tres meses de embarazo Emma y Charles tomaron la decisión al fin de esperar a queLuna, como habían decidido llamarle, ya que se sabía que era niña para aquel entonces, naciera en Italia, por lo cual se instalaron allí temporalmente y la abuela Anne salió en su persecución para no perderse este proceso. Ya pasado cinco años, con el regreso de la familia a Inglaterra y Luna más crecida fue cuando los rasgos comenzaron a darle matices a la actitud y apariencia. Sus ojos eran los mares tropicales de su padre y sin duda su cabello y rasgos eran similares a los de su madre. En actitud nadie podía ponerla a prueba para encontrarle similitudes sin embargo había adquirido la agudeza de su abuela, la inteligencia de su padre y el encanto de su madre, en eso no cabía duda. Luna ya tenía todos sus gustos definidos, el placer por la lectura era lo que la caracterizaba y el amor por los animales terminaba para ella jamás siendo suficiente, adoraba su vida y todo lo que había aprendido de su abuela lo admiraba ciegamente. Un año más grande comenzó a participar de los rituales wiccanos, para Luna ya nada podía compararse con tal experiencia, sentía que su alma flotaba y de todas las maneras posibles se sentía inspirada para escribir en un pequeño cuadernillo que le había dado su abuela llamado “ el libro de las sombras” con el cual, ella aplicadamente anotaba todas sus experiencias y sensaciones relacionadas con esta orientación de vida. Al cumplir sus once años, La pequeña Luna comenzaba a repetir la historia de sus padres. Con emoción, nerviosismo pero por sobre todo, ganas abrió impacientemente la carta que traía en su solapa el sello de “Hogwarts”. Cuando ya estuvo todo listo y preparado para marcharse de Hertfordshire la peor de las noticias podía hacerse latente en aquellos momentos. Dos días posteriores al de la llegada de la vanagloriada carta, la abuela de Luna, quien se había marchado a realizar seminarios educativos, volvía en su peor estado. Su aspecto lucia fatal hasta el punto de que Luna comprendió que su alma estaba lista para partir y no quiso alejarse de ella ni un segundo. Argumento a sus padres que no podría ir con ellos a la compra del material escolar con su abuela en esas condiciones y fue así como se dispuso a cuidar, de lo que ella creía, eran sus últimas horas. Nada parecía darle solución al asunto pero Luna se veía firme en su acto de benevolencia e intento hacerle grato hasta los últimos minutos; sin embargo la abuela Anne se dirigió a ella con seriedad y le dijo a Luna lo que ella no quería escuchar. Le hablo de transición del alma, que aprendiera a desprenderse del cuerpo o la materia visible, que no todo lo que la rodeaba era macizo, y aunque estas palabras no fueron jamás consuelo suficiente para una niña de tan solo once años, le dijo estas palabras ”Recuerda siempre la regla de las tres veces, ya sabes cómo encontrarme muchacha, fuiste, eres y serás siempre una parte de mi alma también” ella asintió y enjugándose sus lágrimas; sostuvo firmemente las manos de su abuela entre las suyas, mientras estas lentamente comenzaban a generar más peso por la muerte de la carne. Pasado seis años ya, del ingreso de Luna al castillo y de lo que en su vida había quedado más latente, comenzaba así su último año en Hogwarts. Ya amaba el estilo de vida que se había generado, aun recordaba con sentimiento aquel primer año en donde se dedicó a pensar sin mayor esfuerzo en cuales habían sido las cosas que había escogido para que la acompañaran en ese cambio tan solitario que le presentaba la vida. Entre sus manos siempre el libro de las sombras, su pulsera con el pentagrama de plata que le había obsequiado su abuela, su pila de libros preferidos y lógicamente a su gata Artemisa que justo en esos momentos movía la cola pesadamente junto al brazo de ella |
Datos Mágicos Boggart: El encierro Patronus: Cisne Varita: 25 cm, madera de cerezo con núcleo de pelo de cola de unicornio, flexible y medianamente susurrante con habilidades para encantamientos y pociones. |
Ficha diseñada por Joanna Wood Favor de no remover los créditos