Recuerdos (Aragon)

Aquel día era, como decirlo un tanto diferente para él, el aire se sentía de manera muy deferente a lo habitual, el sol alumbraba aquel vitral de manera muy diferente a lo cotidiano, en si se sentía con extrañas fuerzas y ánimos que nunca antes había sentido. Se levanto de su cama y quedo sentado en el borde de esta para estirarse un poco, aquel día comenzaría nuevamente el año escolar en Howarts. Tras despertarse por completo se dirige al baño a asearse y vestirse cómodamente con su querido uniforme, el cual estaba completamente limpio y planchado. Una vez preparado alisto sus libros y salio de la sala común, se dirigió a los comedores para comer algunos bocadillos y continuar con su recorrido, el cual consistía en recorrer prácticamente todo el colegio para terminar en su lugar favorito, aquel lago donde podía estirarse en cualquier lugar, ya que pocos se acercaban a aquel lugar, era idóneo para él.

Tras recorrer los pasajes de aquel enorme castillo, prosiguió su caminar hasta su meta final, tras unos cuantos minutos de caminar algo apresurado, llego a dicho lugar, donde la brisa le dio una agradable acogida, despeinando un poco su cabellera, la cual duro poco de aquel modo ya que de inmediato se los acomodo y continuo su caminar, hasta que una figura femenina apareció aquel lugar, no le costo mucho descifrar quien era y de inmediato su corazón se acelero un poco más, y a que se debía aquello, ni él lo sabía, pero se acerco y se sentó a su lado, mientras una enorme sonrisa aparecía en su rostro

Señorita Elisabeth, pero que alegría y honor volver a verla, pensé que no me toparía a tan hermosa dama nuevamente y en soledad como ahora, que la trae a tan bello lugar, para hacerlo aún más hermoso con su parecencia? claro si se puede saber

Estaba algo nervioso pero trato de no demostrarlo, aún no entendía bien el motivo, quizás ella, no aquello no podía ser, no estaba convencido del todo, pero algo en su interior apareció que no podía retener, que era ese algo?

Seguí mirando el lago con todos los sentidos puestos ahí, no quería pensar en otra cosa que aquel hermoso color azul que tenía y que tanto me fascinaba; su tranquilidad, sus tonos de colores, y sobretodo y menos importante, lo precioso que es al sentir una pequeña brisa que te revuelve el cabello y me lo puse de nuevo detrás de mis orejas.
“Revolver…mi cabello…” Ese fue mi pensamiento al sentir el viento; miré al cielo y vi varias nubes y un sol que emitía unos rayos de sol que alegraban el día. Eso me recordó a Ichiro, que me dijo que desde arriba me estaría cuidando…aunque no sé, no supe y sabré si esta allí, o con su padre.
Pero también me recordó a Bi, la verdad es que no quería pensar en nadie, pero era lo que hacia todos los días, revolverme el cabello y abrazarme, pero sobretodo mis queridos mimos que tanto echaba de menos… y aunque sé que no está ahora, sigo echando de menos a mi hermanito.

Me molestó eso, ¡eso de pensar tanto y tanto en el pasado! No valía la pena, el pasado es le pasado y no se podía cambiar en ninguna manera, así que dejé de pensar en cualquier cosa relacionado con todo mi vida anterior.
Sentí una presencia a mi lado y a continuación es persona se sentó a mi lado. Miré para ver quien era y sonreí alegremente; la verdad no se porque lo hacia, ya que no lo conocía tanto como para mostrarle toda mi simpatía, pero igualmente lo ice.
-¡Aragon! –Me reí al verlo - ¡Cuánto tiempo, no sabía que este año también cursaras aquí!
Después de saludarlo, él me hablo y me puse algo nerviosa, nunca me había dicho eso y era bastante… inesperado, y como no pude reaccionar tan rápidamente, lo dije como NO lo haría.
-Jajaja, nada de Elisabeth, ya sabes que tengo muchísimos motes y puedes llamarme como quieras, ¡y mucho menos Señorita! ¿Todavía no conoces cuando me enfado?
–Bromeé.-ni dama y muchiiiiismo menos hermosa, sé que no lo soy. –Cuando me preguntó que hacia aquí, miré al lago y sonreí a mi misma –Es mi lugar favorito, me hace… recordar cosas, y puedo hacer aquí muchas cosas, estudiar, leer y sobretodo, pensar.-intenté no sonrojarme. ¿Mas hermoso con mi parecencia? – Jajaja yo creo que el lago le gustaría que me fuera, como algunas personas en este colegio –suspiré pensando en cierta persona-¿y usted, que hace por aquí para hacerme tan divertida experiencia?

Aquella chica era muy especial y él lo notaba con solo verla y estar en su presencia, tenia un no se que, que le llamaba bastante su atención, la contemplo por varios minutos, mientras escuchaba las palabras algo suspicaces de ella, siempre con tanta alegría y algo alocadas, ese quizás era uno de los motivos porque le llamaba la atención aquella joven, ese toque de locura en sus acciones, le hacía muy llamativa, pero sus palabras de cierto modo no cayeron bien en él, puesto que decía mentiras y aquello no le agradaba para nada. Tras terminar de escuchar sus palabras se sentó a un lado de ella, mientras miraba el horizonte y son una sonrisa en el rostro comenzó a hablar

Elisabeth, me gusta mucho aquel nombre, prefiero llamarla así, es más hermoso ese nombre, los apelativos y cortes en él, le quitarían belleza y sentido de este suspiro un poco para proseguir Es usted una joven muy hermosa Elisabeth, si usted no quiero verlo, esta en un graso error, debería de quererse un poco más, o se quiere mucho y solo esta siendo modesta, pero debería de aceptar que es una hermosa mujer y de ello no hay duda

Se quedo en silencio por unos segundos para sentir la suave brisa acariciar su rostro, para luego llevar sus manos al césped y jugetear un poco con él, mientras posaba su mirar en su acompañante, la cual se veía especialmente hermosa para luego continuar con sus palabras

De ves en cuando el pensar trae mayores problemas que el no hacerlo, pero solo en ciertos casos, ya que aquello puede traer recuerdos no muy gratos a nuestras mentes, las cuales si se fija son bastante fégiles, y más si estan comprometidas las emociones Sonrio con suavidad Y el que hago aquí, pues es sencillo, al igual que usted este es mi sitió favorito, lo que más admiro es la tranquilidad que se respira en este lugar, me cautiva y ayuda en muchas ámbitos, el mejor es la concentración y relajación, esa sería mi respuesta

No quitaba la mirada de la ajena, le encantaban aquellos hermosos ojos, de los cuales se había enamorado, pero que era aquello, como podía estar seguro de aquello, negó suavemente con su cabeza y con una sonrisa algo nerviosa y desvió la mirada al horizonte, pero en realidad no veía nada en específico, solo poso su mirar en esa dirección, esperando que ella hablara nuevamente.

Quedo mirando fascinado la figura de aquella joven, había en algo en ella que desde el primer minuto que la conoció en aquel Gran salón le había encantado, no sabía que era, pero nunca antes se había sentido así, aquella felicidad que ella irradiaba tanta felicidad, pero no, no era aquello lo que le encantaba era otra cosa no sabía como expresarlo, pero era un sentimiento el cual nunca tuvo en cuenta pero ahora lo arremetía con fuerza en su interior. La escucho tranquilo y noto que algo había faltado en aquella frase, pero continuo escuchando atento las palabras y asintió con suavidad

Comprendo aquello y me parece muy hermoso y agradable, pero que es lo otro que le agrada Elisabeth, quedo aquella frase inconclusa y me a dejado la curiosidad a flor de piel, ahora deseo saber que es lo otro que le gusta de su cuerpo

Sonrió ampliamente y la miro con tranquilidad y tomo con tranquilidad las manos ajenas y acaricio con suavidad, su curiosidad, cosa que pocas veces era posible, pero sentía una necesidad indescriptible de saber todo lo posible de ella, de ayudarla, de hacerla feliz, era poco entendible lo que le sucedía en aquellos instantes, no comprendía nada, su cabeza daba vueltas, pero su semblante no cambiaba, por muy mal que estuviera no lo demostraba, era un acierto y a su vez un defecto de su personalidad y forma de ser.
Aquellas palabras lo desconcertaron un poco cosa que no puedo evitar que se notara, solo había dicho unas pocas frases para ayudarla, no se esperaba tales palabras de ella, pero luego de unos breves segundos sonrió calmadamente con una sincerada poco vista o con que solo con ella podría demostrar y con una de sus manos acaricio son delicadeza la cabeza de ella y se acerco un poco más al cuerpo ajeno

Nada de aquello, no se leer mentes, pero si interpretar palabras que a veces es más efectivo y menos invasivo que leer mentes, y a su vez una mejor forma de conseguir información sin pasar a llevar al otro, así que tranquila Elisabeth nunca haría algo que estuviera en contra de tu voluntad, quiero conocerla de la mejor forma y acercarme lo más posible a usted, ser su amigo, su amante y su novio…

Aquellas últimas palabras las dijo casi sin pensar, o fue un pensamiento en voz alta, un tenue sonrojo apareció en aquellas mejillas y desvió algo nervioso la mirada a un costado, quitando rápida pero delicadamente su mano de la cabeza de ella, para ponerse a jugar con la hierba, se había puesto aún más nervioso que no pudo formular palabra alguna, solo quedo casi inmóvil a no ser por aquel nervioso juego en la hierba..