Nombre: Anne Bellatrix
Apellidos: Malfoy Bathory
Edad: 26
Fecha de Nacimiento: 14 de Diciembre
Estatus de Sangre: Limpia
Casa en Hogwarts: Slytherin
Trabajo: Profesora de Pociones
Tendencia Sexual: Heterosexual
Carácter y Perfil Psicológico: Es una mujer dura, fría y arrogante. Le gusta
parecer una diosa inalcanzable fuera del aula, mientras que en ella se vuelve
más dócil y le gusta llevarse bien con los alumnos, principalmente los
Slytherin o los que son buenos en las
pociones. Le gustan los retos y es sumamente inteligente. Tiene episodios de
histeria, pánico y aires de grandeza. Lo lleva en la sangre. No cree en el amor
ni en las amistades, es solitaria y por ahora prefiere seguir siéndolo. Tiene
actitudes raras y contrastantes.
Aspecto Físico:
Gustos: Beber whiskey de fuego, pasear por el castillo, crear nuevos
hechizos y pociones, charlar con el Ministro y la fascinación por las artes
oscuras.
Odios: La gente demasiado buena y noble.
Manías: Alzar la ceja cuando es irónica.
Historia: No sabe a ciencia
cierta quienes fueron sus padres, adoptó los apellidos que lleva por casualidad
y mientras fue creciendo en una mansión solitaria, donde sólo una elfina la
cuidaba. Jamás le contó quién era su madre o su padre, aunque ha visto algunas
pinturas de ella y le parece que era una mujer hermosa. De parpados caídos y
cabello negro espeso, cree parecerse a ella, hasta en lo altivo de las
facciones. Entró al colegio en un ambiente extraño, todo mundo la miraba como
si la conocieran y tuvo pocos amigos. Pero no los necesitaba, pronto con ayuda
de esos pocos amigos, formó un grupo que fue tan temido y respetado por todas
las casas de Hogwarts. La elfina murió al poco tiempo de que ella entrara al
colegio y comenzó a vivir sola en la gran mansión. Jamás supo de dónde provenía
su gran fortuna y tampoco jamás le interesó. Al finalizar el colegio fue a
probar suerte por el mundo conociendo gran parte de este y donde se enamoró de
un hombre que le cambió la vida por completo. Engañándola, la hizo fría e
impasible, además de incapaz de creer en nadie más que en sí misma. Regresó a
Inglaterra y fue cuando decidió probar suerte con el colegio que tantas
satisfacciones le había regalado y fue aceptada como jefa de Slytherin y
profesora de pociones en las cuales, ejerció algún tiempo. Después se tuvo que
alejar, con la espina siempre clavada en el pecho de dónde provenía y decidió
emprender su camino. Hoy con algunas pistas bajo el brazo, decide volver
buscando su viejo lugar y la ayuda del único con el poder suficiente para
ayudarla a encontrar su origen: El Ministro.
Apellidos: Malfoy Bathory
Edad: 26
Fecha de Nacimiento: 14 de Diciembre
Estatus de Sangre: Limpia
Casa en Hogwarts: Slytherin
Trabajo: Profesora de Pociones
Tendencia Sexual: Heterosexual
Carácter y Perfil Psicológico: Es una mujer dura, fría y arrogante. Le gusta
parecer una diosa inalcanzable fuera del aula, mientras que en ella se vuelve
más dócil y le gusta llevarse bien con los alumnos, principalmente los
Slytherin o los que son buenos en las
pociones. Le gustan los retos y es sumamente inteligente. Tiene episodios de
histeria, pánico y aires de grandeza. Lo lleva en la sangre. No cree en el amor
ni en las amistades, es solitaria y por ahora prefiere seguir siéndolo. Tiene
actitudes raras y contrastantes.
Aspecto Físico:
Gustos: Beber whiskey de fuego, pasear por el castillo, crear nuevos
hechizos y pociones, charlar con el Ministro y la fascinación por las artes
oscuras.
Odios: La gente demasiado buena y noble.
Manías: Alzar la ceja cuando es irónica.
Historia: No sabe a ciencia
cierta quienes fueron sus padres, adoptó los apellidos que lleva por casualidad
y mientras fue creciendo en una mansión solitaria, donde sólo una elfina la
cuidaba. Jamás le contó quién era su madre o su padre, aunque ha visto algunas
pinturas de ella y le parece que era una mujer hermosa. De parpados caídos y
cabello negro espeso, cree parecerse a ella, hasta en lo altivo de las
facciones. Entró al colegio en un ambiente extraño, todo mundo la miraba como
si la conocieran y tuvo pocos amigos. Pero no los necesitaba, pronto con ayuda
de esos pocos amigos, formó un grupo que fue tan temido y respetado por todas
las casas de Hogwarts. La elfina murió al poco tiempo de que ella entrara al
colegio y comenzó a vivir sola en la gran mansión. Jamás supo de dónde provenía
su gran fortuna y tampoco jamás le interesó. Al finalizar el colegio fue a
probar suerte por el mundo conociendo gran parte de este y donde se enamoró de
un hombre que le cambió la vida por completo. Engañándola, la hizo fría e
impasible, además de incapaz de creer en nadie más que en sí misma. Regresó a
Inglaterra y fue cuando decidió probar suerte con el colegio que tantas
satisfacciones le había regalado y fue aceptada como jefa de Slytherin y
profesora de pociones en las cuales, ejerció algún tiempo. Después se tuvo que
alejar, con la espina siempre clavada en el pecho de dónde provenía y decidió
emprender su camino. Hoy con algunas pistas bajo el brazo, decide volver
buscando su viejo lugar y la ayuda del único con el poder suficiente para
ayudarla a encontrar su origen: El Ministro.