En la cabaña [Haley]

La cabaña era un muy buen lugar de refugio y yo lo habia descubierto hace mucho tiempo. Hoy quieria estar solo. Habia hecho mis deberes, asi que no tengo porque temer. Me pongo la tunica y me dirijo hacia los jardines. De alli llego a la cabaña del guardabosques. Entro y noto que estaba solo por alli. Me siento en un sillon, pero no sin antes de prepararme una cerveza de mantequilla que solo el guardabosques sabe preparar. Me tomo de la cerveza sentado en la mesa y mirando hacia afuera.

Al fin había tenido la oportunidad de merodear el castillo. Con lo ajetreado que se veían los primeros ingresos ya sabia yo que llegar al castillo no era cosa fácil. Comprar uniforme, mascota y un centenar de cosas que me habían exigido tener y de las cuales ya tenia posesión pero habían otras, como empacar y tener que llevarme todo a la sala común. No era algo sencillo pero si me emocionaba ordenar mis libros en la estantería oculta que tenia bajo la que ahora seria mi cama.

Cuando por fin me vi libre de ocupaciones reglamentarias, salí a merodear sin remordimiento. No tenia permitido ir muy lejos; pero ya la noche había caído y solo lo que podía apreciar desde donde me encontraba era la cabaña del guardabosques y el lago que daba reflejos luminosos en tanto se conectaban sus ondas con la luz de la luna.

Sonreí satisfecha, sabia que todo esto era nuevo pero me sentía de lo mas guay en aquel lugar, incluso aunque hubiese sido horrendo me habría parecido fascinante.

Cuando opte que era mejor dirigirme a la cabaña por una cuestión de ser increíblemente curiosa, me aferre al pequeño morral que llevaba colgado al costado izquierdo de mi brazo, solo con un libro unas cuantas golosinas y una botella de agua, me encamine con cuidado hasta llegar a la entrada. En apariencia no mostraba mas que una casa deshabitaba y eso despertaba aun mas mi curiosidad de entrar, no distinguía luz ; por lo que forzaba la vista para ver si efectivamente no había nadie. Aunque estaba segura de una cosa, si allí había alguien no seria precisamente el guardabosques porque ya había tenido información de que tal cupo aun no tenia personal así que, me anime a tocar la perilla de la puerta y con un poco de indecisión comencé a empujarla. Era un tanto pesada, mas de lo que me esperaba que fuese una puerta " pero que trasto! " pensé en mi fuero interno y justo allí me di cuenta que era una de las ventajas de aventurar. Al menos ya no seria solo la puerta de mi habitación la que empujase.

Di el primer paso con algo de torpeza y mire fijamente el interior. En el centro había un pequeño muro que daba una separación entre la cocina y la pequeña sala por lo que supuse que no había nadie, la sala estaba vacía, que era donde justamente me encontraba yo. Camine respirando hondo recordándome mentalmente que aunque la luz fuese tenue dentro no me permitía ser una cobarde. Me acerque a una estantería que tenia todo tipo de faroles, extendí uno de mis brazos y tome uno, estaba impregnado en polvo por lo que lo sople un par de veces y evidentemente no había sido una brillante idea. Encendí el farol de pequeños alambres forjados y una botella de cristal para dar la vuelta al pequeño muro que no me permitía ver del todo.

Dando la vuelta y un tanto distraída con las cacerolas y calderos que allí había; vi movimiento a mi lado y me alarme dando un brinco casi como un gato asustado y quede sin aliento dejando el grito en la garganta. Un muchacho de cabello rubio había estado dentro aun cuando yo recorría la cabaña y no había tenido la cortesía de aparecerse para no espantarme como lo había echo justo en ese momento.

Vaya! cuanto llevas aquí?.- dije sosteniéndome el pecho con una mano y me percate justo en ese momento que había una puerta trasera, hasta podía haberle juzgado mal aun en silencio. Me sentí culpable por aquello y mi expresión se ablando y a continuación solo pude observarle con curiosidad.

Soy Haley.- Musite con voz dulce estrechando mi mano. Aun no tenia la oportunidad de conocer a nadie pero el era un alumno, y un sly, sabia todo lo que tenia que saber de un sly, mas cuando le reconocí por su uniforme así que espere a que no me gritara ni nada por el estilo. Cuando dije aquello fue en símbolo de disculpa personal ya que no me gustaba juzgar sin saber nada, había sido solo una mala pasada.

Despues de prepararme aquella cerveza, cojo el vaso y me siento en el viejo sillon que enchinó un poco cuando me senté en el. Pero ni bien me senté que escucho pasos afuera. Me levanto dejando el vaso en la vieja mesa de madera y voy hasta la ventana. Echo la cortina a un lado y me fijo a ver si llegaba alguien. En la cabaña solamente habia una leve luz tenue que iluminaba un poco hacia afuera. Mientras estaba mirando por la ventana, escucho cuando alguien abre la puerta y entra sigilosamente en la habitacion. Giro para ver de quien se trataba y observo una bella chica, de complexion ni muy alta ni muy baja y con una sonrisa que iluminaba el lugar. Tiene una dulce mirada y sus ojos son de color azul. Sus labios son rojos, carnosos y bastante irresistibles. Me preguntó cuando tiempo llevaba alli y despues ella misma se ha presentado como Haley. Bonito nombre... igual que la dueña. Me acerco a ella y le extiendo la mano.
- ¡Mucho gusto, Haley! Haley... bonito nombre, igual que la dueña. Yo soy David. -
Le sonrio dulcemente y le respondo a su pregunta.
- No tenia sueño y me vine para aca. ¿Y tu? Veo que somos dos los que no tenemos sueño jeje. -
Por su tunica podia adivinar que era de Ravenclaw.
- Eres de Ravenclaw ¿no? Digo, por el simbolo de aguila de tu tunica jeje. -
Ella podia ver mi tunica verde con el simbolo de la serpiente y eso denotaba que soy de Slytherin, pero primero tiene que conocerme antes de juzgarme como el tipico slytherin malo que no es cierto.

Pero que bocazas había sido. Aunque estaba consiente de que por mi boca no había salido una palabra, lo había pensado y eso me hacia sentir peor. Desde ese mismo instante me prometía a mi misma no especular de la gente; y mucho menos juzgarle mal por la casa de la que viene. Ya sabia yo que debía aprender mucho.

Lo siento.- se me escapo consiente de mi culpabilidad y agregue de inmediato otra cosa.- Si bueno, una Ravenclaw desobediente creo, debería estar en mi sala común pero no me aguante las ganas de salir a merodear, todo esto me parece tan fascinante, y mas aun porque no tengo que oírlo de boca de mis padres.- cuando pude percatarme que había soltado mas palabras de las precisas; comenzaba a pensar que esto no se me daba bien. Me lleve la mano a mi frente y la roce con mis dedos en un intento de ocultar mis ojos.- Tu eres un Slytherin. Porque no estas en tu sala común compartiendo con el resto de los de tu casa?.- yo por mi parte ya había revelado mi versión; pero la del aun era un misterio porque a pesar de que había mencionado lo de la falta de sueño; yo no me lo tragaba por completo por lo que le preste toda la atención posible.

Acto seguido me acomode en una de las encimeras de la cocina y pude percatarme que tenia una serie de hiervas embotelladas para darle uso, algunas eran raíces de jengibre y otras solo hiervas medicinales como la ruda y otras. Con curiosidad mi mano se desvió por los frascos y comencé a desenroscar uno y a olerlo mientras esperaba a que el chico me respondiera.

Habia salido fuera del castillo, en la cabaña del guardabosques asi que ella seguramente me iba a preguntar que estaba haciendo por alli en esos momentos. No sabia nada mas de mi solamente de la falta de sueño. Tampoco podia agregar el hecho de que estaba patrullando por los pasillos como cualquier mision de prefecto. Aun no me habian nombrado prefecto, pero espero a que el director me nombre. ¿O no?

- Yo solamente sali a tomar un poco de aire y a buscar unas hierbas curativas para la clase de herbologia. -

No era mentira porque estaba buscando unas hierbas para hacer mi tarea de pociones. Sonrio coquetamente ante lo que dice.

- No te preocupes! Yo no dire nada de que te vi aqui. - Sonrio de manera complice mirandola con ternura. Me gustaba su sonrisa y su mirada que eran bastante dulces. - ¿Te han dicho que tienes una mirada y una sonrisa dulce? - Sonrio dulcemente.

Apenas respondió lo de las hierbas; se me escapo una risita discreta en la cual no me había quedado de otra que bajar la mirada y dejar el frasco que tenia en mis manos justo en el mueble que tenia en frente.

- Ah!, puede que eso te sirva. Son estrellas de anís.- Agregue corriendo el frasco hasta donde se encontraba el. No me gustaba el anís, no tenia mal olor pero había causado que arrugara la nariz en tanto reconocí el olor, me hacia pensar en los caramelos que hacían de eso y ya sabia yo cuanto los odiaba. El chico, o David como ya sabia que se llamaba, tomo el frasco e hizo el mismo gesto técnico que había echo yo hacia unos segundos atrás y luego volvió a dedicarme la palabra. En tanto le escuche sonreí con algo de gracia.

-Ah bueno, gracias. Aunque de momento yo también debería guardar silencio, tu tampoco deberías estar aquí.- reí amablemente y este inmediatamente me atajo desprevenida e hizo un comentario que indudablemente ya sabia yo a donde me llevarían.

-Este... bueno, si... mi papá.- ¿Mi papá? que me creía yo balbuceando tonterías y dando aquella respuesta tan tonta. Era evidente a lo que se refería y yo no hice mas que arruinar mi respuesta. Mis mejillas comenzaron a sonrojarse y desvié la mirada nuevamente a los frascos y tome otro con demasiada rapidez rogando que aquello hubiera pasado desapercibido.

- Este también te sirve, son raíces de jengibre.- las deje en la mesa y comencé a moverme para no sentirme una completa idiota.

Sigo jugando un poco con el frasco que tenia en mi mano cuando recibo otro frasco de su mano. Me dijo que se trataba del anis y me doy cuenta de que tenia un olor un poco peculiar que tambien me recordaban a los caramelos que ella recordaba cuando olia estas hierbas.

- Gracias. Espero que me sirva. Igual y no presto demasiada atencion a la clase, pero me gusta mezclar pociones jaja. -

Rio levemente y tomo el frasco con anis. Espero que de verdad me sirva de algo o lo tendre que botar. Aunque para alguna que otra pocion si debe de servir. Noto que se puso un poco timida y sus mejillas tomaron un color rojizo cuando le dije aquel cumplido de que era demasiado linda y dulce. Sonrio cuando dice que su papa le habia dicho. Para nada parecía tonta. Era una reaccion normal. Sonrio cuando me entrega nerviosa otro frasco, pero esta vez con jengibre.

- Gracias. - La miro con ternura. - Te vez bien sonrojada. Enserio. - Sonrio dulcemente y seguramente mis mejillas tambien estaban sonrojadas. Sin duda es una chica muy dulce y sexy.

Cuando le oí otra vez, ya me encontraba en otro extremo. Vaya! como los nervios me llevaban a otros lugares en un abrir y cerrar de ojos, hasta suponía que mis mejillas aun no se deshacían de ese color rojizo que evidenciaba mi bochorno.

Gracias.- agregue una vez sin mucho animo de responder otra cosa, era primera vez que me topaba con tantos cumplidos y yo no sabia como reaccionar, debí suponerlo.

Ya mas compuesta, me integre nuevamente y di un vistazo a la ventana. Desde afuera se podía apreciar el bosque y no había sido casualidad que perdiera la timidez, pues un ruido había provenido de afuera y rezaba a Merlín porque se tratase solo de las ramas de los arboles.

- Oíste eso?.- pregunte con voz curiosa y trate de prestar mas atención esforzando la vista por sobre el cristal por si lograba distinguir algo de afuera. Estaba muy oscuro y solo el viento denotaba movimiento afuera, dudaba que se tratase de una nevazon pero tampoco me quería aproximar hasta la puerta y verificar lo que era. No me abrumaba la cobardía en ese momento, solo me limite a pensar que era mas prudente quedarse dentro. Me moví hasta la ventana que estaba en el otro extremo para ver si había algo y que sorpresa! Nada...

Observo que se dirije hacia la ventana para mirar hacia afuera. Habia escuchado tambien un ruido entre las ramas y seguramente o se trataba de un animal o quien sabe que cosa o quien estará por alli. Mientras ella estaba mirando por la ventana yo estaba viendo lo que habia en la cabaña. Observo una taza de té que estaba en la mesa. El guardabosques habia dejado un poco de té en la taza. Cojo la taza y la huelo un poco. No parecía contener alguna substancia rara, pero nunca se sabe. Dejo la taza en la mesa y me dirijo hasta ella. Me daban ganas de abrazarla por atras y protegerla, pero pienso que seguramente la podía molestar.

- Pues si... seguramente debe haber algun animal o quien sabe quien anda por alli. No creo que sea algo peligroso. -

Rodeo su cintura con mis manos de manera protectora y le susurro al oido.

- ¿Quieres ir de regreso al castillo? No te preocupes, yo te voy a proteger. - Le dije con ternura. Acarisio suavemente su cintura sin aprovecharme. - Espero no te moleste que me apoye en ti. - Sonrio coquetamente.