Viaje a Canadá (Bella Malfoy)

Recuerdo del primer mensaje :

Luego de salir de Hogwarts, aparecimos en el patio de la antigua casa de mis padres, hacia el sur de Ottawa, en la ribera del Rideau. La entrada trasera de la casa, nos recibía con un gran jardín de tulipanes, que mi madre había plantado hace muchos años - Pues bien, esta es la casa - dije sonriente - estamos un tanto alejados del centro, pero mis padres lo prefirieron así, para poder hacer magia tranquilos. La casa se encuentra oculta a los muggles, y si pasan por el río, se ve una cantidad de árboles impenetrables - dije sonriente

Sin dejar mi posición, me acerqué a su mano y comí el tomatillo que me ofrecía. En ningún momento le quité la vista de encima, y fue una tarea difícil debido a la visión de su escote. Mantener mi mirada en su cara fue una ardua tarea. Tomé mi tiempo en masticar el pequeño tomate y luego sonreí - pues puede que sea una dura batalla de encantamientos - tomé mi copa y bebí un sorbo antes de responder a su pregunta - pues, si te molestase creo que me encargaría de hacerte pensar lo contrario - la miré fijamente a los ojos - pero, para hacer la tarea un tanto menos complicada ¿Te molestaría que me enamorara de ti? - esperé su respuesta, aun con mi copa de vino en la mano

-Pues saca el arsenal pesado, Tonks, eso lo quiero ver - le reté con una sonrisa de lado mientras tomaba mi copa y bebía un sorbo de aquel exquisito vino. Lo escuché preguntarme si me molestaría que él se enamorara de mí y retuve el vino un poco más en la boca para pensar la respuesta- ¿Quieres que te diga la verdad? - me acerqué más a su rostro y miré sus labios, sus ojos pardos y felinos, su cabello, sus mejillas y sonreí- No me molestaría en absoluto, Orfeo - me incliné y pose mis labios sobre los de él atrapandolos y le di un beso suave saboreando el sabor del vino-

Bella sabía como captar mi mirada con sus movimientos, era muy grácil y sensual. Sabía que hacer para tenerme atento y expectante a sus palabras - siempre atacaré con mis mejores armas - dije mientras la veia tomar su vino.
Esperé su respuesta y esta no me molestó, pero me sorprendió, porque no era lo que esperaba de Bella. Sentí sus labios junto a los mios y respondí sutilmente a su beso - creo que me haré adicto a esos besos - dije sonriente

- Ese es el plan, volverte adicto... - le sonreí de lado sin separar mucho mis labios de los de él - Una vez alguien me dijo que era sumamente adictiva... veamos si causo ese efecto en ti, también - le mordí el labio sutilmente. Había notado cierta sorpresa de su parte en cuanto a mi respuesta y eso me encantaba - Aunque no estoy muy segura de que puedas ser correspondido, Orfeo - dije como quien no quiere la cosa y seguí besandolo con lentitud, segundos después me separé y volví a mi lugar para llevarme un tomatillo más a la boca-

Eres una droga, Bella Malfoy - dije sintiendo como mordía mi labio. Era una mujer de armas tomar y eso me encantaba. No había entendido muy bien su ultimo comentario, y antes de referirme a eso, tomé un sorbo más de vino - ¿Qué no me sería correspondido, mi adictiva colega? - antes de dejar la copa en su lugar, volví a tomar otro sorbo de vino

-Tú me has preguntado si me molestaría si te enamorarás de mí - sonreí sutilmente mientras delineaba el borde de mi copa con el dedo indice- Yo te he dicho que no, pero que no estoy muy segura de que si te enamoras de mí, yo también estaré enamorada de tí - lo miré y bordeé la barra para ir hacia él, me puse detrás de él y puse mis manos sobre sus hombros- Aunque mis acciones digan otra cosa... - le besé la oreja suavemente-

Eres toda una Slytherin - dije sonriendo en su cuello - tienes una mente aguda y una claridad y sinceridad increible - le besé el cuello - y eso me agrada, Malfoy. Aunque me enamorara de ti - me alejé de ella y tomé un sorbo de vino - creo que pasarían años para llegar a eso

Sonreí de lado al escucharlo y me quedo en donde él estaba sentado unos segundos atrás.
-Bueno... eso me tranquiliza - le guiño el ojo y tomo mi copa de nueva cuenta- Así que Tonks... aquí estamos... dime ... - me muerdo el labio sutilmente- ¿Qué demonios piensas hacer conmigo?

Bebí un poco más de vino antes de responder, saboreando aquel momento - y bueno, creo que sería mejor preguntar que diablos no pienso hacer contigo - en mis ojos brillaba la pasión y el juego - no he dicho por cuanto tiempo serás mi rehén, asi que tiempo tengo para decidir por donde partir - dejé mi copa en su lugar y saqué mi cajetilla de cigarros. Saqué uno y ofrecí uno a Bella - ¿Fumas, Malfoy? - mientras esperaba su respuesta encendí el mío.

-No, no fumo Tonks - le respondí haciendo a un lado su cajetilla cuando me la ofreció- De entre todos los vicios, ese no es mío - suspiré- Pero... me intrigas, Orfeo... - levanté la ceja suavemente mirandólo con intensidad- ¿Y me podrías dar una pista de lo que harás conmigo?

Boté el humo del cigarrillo que había encendido y dejé la cajetilla sobre la mesa - Pues, lo primero que haré será agasajarte y hacerte sentir la reina del mundo mientras seas mi rehén... perdón, mi huésped - dije con una sonrisa de lado - de ahí, sabrá Merlín lo que te haré - la miré fijamente - pero nada que tú no quieras Bella - le acaricié el dorso de su mano

-Pues déjeme decirle que no se está esforzando mucho, cárcelero... digo, anfitrión - sonreí un poco y moví mi copa hasta la botella que había descorchado para que me sirviera un poco más del exquisito vino- ¿Y se dentendrá a preguntarme qué es lo qué quiero o dejará que yo lo diga por voluntad propia? - sentí su mano sobre la mía y lo miré con un poco de picardía- Me asustas, Orfeo-

Le serví más vino mientras le sonreía de medio lado - no es mi intención asustarte Bella, además que esto recién comienza, asi que no me apures - dije diciendo acerca de su comentario que no me estaba esforzando - y bien, si usted quiere decirme que es lo que quiere, no tendría ningun problema en escucharlo y menos tendría problemas en cumplirlo - dije acercandole su copa. Me serví más vino a mi también y apagué el cigarrillo que ya había terminado -

Tomé mi copa recién llena para beber un poco más, notando el calor de la bebida quedarse en mi pecho mientras escuchaba todo lo queme decía. La velada estaba fantástica - No, no es que te esté apresurando, no lo tomes así - le sonreí mientras ponía mi copa a un lado - Aquí tenemos que discutir una cosa... como una buena Slytherin - tomé los pliegues de su camisa jugueteando con ellos- me gusta que los demás, sobre todo, los Gryffindor, tengan problemas, así que te dejaré averiguar eso - le guiñé un ojo- Pero... primero, quiero saber más de tí....

sonreí mientras jugaba con los pliegues de mi camisa - Pues eres una buena Slytherin si quieres hacerme problemas - sonreí de medio lado - aunque debes de saber que yo soy un gryffindor solo por ser ahora un jefe de casa, mi mente y mi corazón son ravenclaw para siempre - dije sonriente - una inteligencia sin limites es el mayor tesoro de los hombres - dije sonriendo. Tomé un sorbo más de vino - ¿Qué es lo que quiere saber de mí señorita Malfoy? - esperé a su pregunta

Escuché todo lo que respondía, su sonrisa de lado me inquietó de una "buena" forma y sonreí con ganas al escuchar el lema de la casa de Ravenclaw en sus labios- ¡Oh! Lo olvidaba, eres un Ravenclaw disfrazado de Gryffindor... tienes suerte - me mordí el labio- Las Slytherin tenemos cierta debilidad y afinidad por los Raven... nos gustan demasiado - me separé, tomé mi copa- Quiero saber todo... todo de tí, Orfeo, pero ¿y si me llevas a la sala?

Soy un águila disfrazado de león, que contigo se convierte en un minino - me levanté de mi asiento - creo que las águilas tenemos una cierta debilidad hacia las serpientes también... suelen encantarnos de alguna manera especial - me situé al lado de ella, y le tendí mi mano - ¿Me permite llevarla señorita? - esperé a que me respondiera, con una sonrisa de medio lado. Tenía la impresión que le gustaban.

-Miau - ronroneé juguetonamente mientras lo veía ponerse en pie y ponerse a mi lado- Sí, a las águilas les gusta comer serpientes... pero las serpientes somos bastante venenosas, Tonks- tomé su mano y me afiancé de ella para ir hacia la sala- Se lo permito, señor - sonreí y noté su sonrisa de medio lado, traté de no hacerle mucho caso y me dirigi hacia donde el me llevara-

al afirmar mi mano, hice fuerza, bajé mi otro brazo y en un segundo la tenía en mis brazos - no permitiré que se agoté, muy monstruo podré ser, pero sigo siendo un caballero - dije sonriente mientras caminaba hacia el salón. Al llegar, la deposité con cuidado sobre un sofa y yo me senté al otro extremo de este. Con mi varita apunté a la cocina y en un momento aparecieron por el pasillo la botella de vino y las copas - para seguir amenizando la conversación - dije sonriente - pues bien, dispare su primera pregunta señorita Malfoy - tomé mi copa y esperé a que preguntara

-Pues yo no te veo lo monstruo por ningún lado, Orfeo - me alzó y puse mis brazos tras su cuello. Cuando me dejó en el sofá, me acomodé estirándome como un felino y me le quedé mirando mientras él se sentaba del otro lado, doblé mis piernas para que se acercara más y lo miré pensativa, mientras mi copa flotaba hacia mí- ¿Cómo ha sido ser padre soltero? - pensé que debía empezar por lo más importante de su vida, aunque tal vez sonara rudo.

Me acerqué un poco más a ella al ver que me hacía un poco más de espacio - pues ser padre soltero, en un principio fue horrible - dije sinceramente. Nunca nadie antes me había preguntado eso y las palabras brotaron como esperando salir por años - no soportaba la idea de tener que cuidar a 2 pequeños luego de la muerte de Emily - mientras hablaba hacía girar la copa entre mis manos - Pensaba que no sería capaz de poder darles lo mejor, que no estaban bien. Mis padres fueron un apoyo bastante grande, venían constantemente a visitarme. Después de un tiempo, nos fuimos una temporada a vivir con ellos, para que los chicos fueran familiarizándose con ellos, ya que yo debía volver al castillo y ellos eran muy pequeños para que en hogwarts pudieran estar - tomé un sorbo antes de proseguir - al tiempo después, mis padres se mudaron de su casa en Ottery St. Catchpole y se fueron al valle de Godric, a una casa cercana a la mía, donde para mi era más fácil visitarlos y los chicos estarían más cerca de sus amigos y de los lugares donde ellos habían nacido y comenzado a crecer - suspiré - eso ha sido un alivio, por temporadas me paso en mi casa con ellos, los fin de semana no duermo en hogwarts y lo paso con ellos disfrutándolos al máximo. Creo que eso podría resumir un poco la respuesta a tu pregunta - sonreí, esperando algun comentario

-Y dices que eres un monstruo - levanté la ceja y sonreí después de haberlo escuchado- Eres un excelente padre, maestro, cocinero y hombre, ¿existe algo qué no tengas Tonks? - solté con un bufido divertido- Estoy empezando a creer que eres demasiado bueno, mi lobo - tomé de mi copa una vez más y lo miré pensando en la próxima pregunta- Tus hijos son muy afortunados...

Sus palabras me hicieron sonreír y al escuchar de sus labios decir mi lobo, me hicieron mirarla - fugazmente - con un toque de pasión - pues creo que tu lobo sea demasiado bueno porque siempre quiere darle lo mejor a quienes ama e interesa - tomé un sorbo de vino - mis hijos son mi vida. En un comienzo me lamenté mucho el haberlos tenido, me sentía lo peor del mundo por jugar con el destino por entregarles la carga genetica que significaba ser lobo o de que por azar, se reflejaran los caracteres vampíricos de Emily, pero aqui estoy, con mis dos pequeños, mi lobito y mi pequeña que al parecer tuvo la suerte de no heredar nada de nosotros - tomé otro sorbo de vino - ¿Siguiente pregunta?

Escuché pacientemente todo lo que decía acerca de sus hijos y su voz denotaba cierto resentimiento y culpabilidad al referirse a ellos. Aunque no sabía que le causaba más remordimiento, el momento en que deseó no haberlos tenido o la ruleta rusa que había hecho con la genética de ambos. Sonreí y esperé a que terminara, notando la fugaz mirada de pasión que me arrojó cuando dije "mi lobo". Eso también me había hecho sonreír internamente- Podría darte un sorpresa, algunos dejan ver sus dotes y habilidades más tarde que otros... - lo miré con cuidado, pero después cavilé sobre la segunda pregunta- Amm, no lo sé.... podría decir... algo divertido, déjemos de lado las seriedades... ¿Cómo fue tu estadía en Hogwarts? - esperaba que me dijera algo interesante, no que había sido un chico bueno y estudioso-

Sonreí ante su pregunta - mi estadía en Hogwarts... fueron largos 7 años, pero muy buenos en general - tomé un sorbo de vino antes de lanzarme a responder su pregunta - fui un estudiante más de hogwarts, empecé a destacarme estando en quinto año, tuve una larga relación con una gryfindor, Emma, con la cual casi me veia teniendo un matrimonio fuera del colegio. Estando en 6° empezamos a trabajar juntos en la Orden del Fenix, en donde conocí a Emily, no por ser miembro si no por ser mi más dura rival, ella encabezaba un grupo de seguidores de Lord Voldemort dentro del colegio. Así que te imaginarás el revuelo que causó nuestra relación - reí ante mi comentario - fui odiado por muchos, amados por otros. Empecé mi relación con Emily aun estando con Emma, no sé como me perdonó y entendió todo, pero ahí empezó la parte más rebelde por decirlo de alguna manera - tomé otro sorbo de vino para continuar - me sacaron de la dirección de la orden del fenix que habíamos fundado como estudiantes, me dejaron de mandar a misiones, pero comprendieron que yo apartaba mis ideales de mis sentimientos. Muchas veces peleamos con Emily, yo maté a su hermana en un ataque contra los nuestros, luego casi asesiné a Emily por atacar a un familiar mío. Fue bastante dificil todo. Luego dejamos nuestra relación de pareja con Emily y solo nos relacionabamos por los niños, hasta el momento que la mataron. En genaral fui buen alumno academicamente, quebrantaba normas como condenado, me escapaba al bosque, hacia magia en los pasillos, encerrabamos a la señora Norris en las armaduras, sacabamos las escobas del despacho de madame Hooch. La cascara de niño bueno y bien portado solo la empecé a desarrollar cuando me convertí en maestro - vacié mi copa y esperé a que Bella terminara la suya para volver a servirlas.

Sonreí escuchando cada una de la palabras que me decía. Mencionó a otra chica además de la madre de sus hijos y eso despertó mi interés. Aunque claro, no mucho, no estaba acostumbrada a tener rivales. Pero lo dejé pasar sin más. También me había llamado la atención ver que siempre ha estado del lado de "los buenos" y eso me gustaba mucho más, Orfeo me parecía un reto, algo raro para mí, un niño bueno con un lado salvaje que ocultaba un poco antes de dejarlo ver. Reí con las "locuras" que había hecho en el colegio y apuré mi copa extendiéndola para que me sirviera de nuevo, adivinando sus intenciones cuando él vació la suya.

-Eres apenas un novato, Tonks - dije con burla alzando suavemente una ceja mientras dejaba escapar un risita más- Entonces, ¿esto es apenas una máscara? - lo señalé con el dedo sonriéndole con malicia- Tendré que descubrir que llevas dentro, Tonks... - me mordí el labio juguetonamente-

Le serví su copa mientras me reía por el comentario de que era un novato - pues tal vez sea un novato para ti, pero realmente soy más un chico bueno que malo. Pero soy pervertible - dije picaronamente mirándola a los ojos - No creo que sea una máscara, solo intento mantener el lado salvaje al margen. Aunque a veces es complicado, sobre todo ahora como maestro, siempre debo mantener el control y ser un buen ejemplo para los alumnos. No te miento que hay veces que me encantaría poder hacer alguna locura con algún grado de maldad, pero no puedo andar haciéndolo asi como asi porque soy un ejemplo para los muchachos. Creo que eso siempre me reprimió - bebí otro sorbo de vino y saqué otro cigarrillo. Lo encendí y di una larga aspirada - Y si Bella, tendrás que descubrir que hay dentro de esto - me apunté con un dedo y miré a Bella - tendrás que averiguarlo... - bebí otro sorbo de vino y le di a entender que estaba listo para su siguiente pregunta

Sonreí con malicia al tiempo que me dijo que era pervertible y lo miré con intensidad - Afortunadamente, te has topado con alguien que puede pervertirte facilmente - me mordí el labio y después me llevé la copaa a los labios bebiendo un trago más. Sentía ya las mejillas un poco subidas de tono y de calor- Deberías enseñarme a ser un buen ejemplo para mis alumnos, siempre ha sido mi punto débil - sonreí un poco y me incliné hacia él- Yo puedo ayudarte a hacer alguna locura con cierto grado de maldad, tú sólo di que sí y si te preocupan los alumnos... no te preocupes... será nuestro secreto - me acerqué más y lo besé sutilemnte en los labios, me separé inmediatamente- Será un verdadero reto descubrirte, Tonks - preparé la siguiente pregunta- ¿Sexo salvaje o tradicional? - antes de que respondiera solté una carcajada- No es cierto... - me llevé un dedo a la boca en una mueca pensativa- ¿Cuál es la locura que tienes en mente? La que sea...

Sonreí ante su beso, y luego me reí con su pregunta que cambió instantáneamente - pues si quieres pervertirme, no hay ningún problema, yo no opondré resistencia - sonreí con picardía - me entrego completamente a tus manos perversas - medité la respuesta a su pregunta mientras bebía un sorbo de vino - pues, no tengo ninguna en mente, como te digo, soy un chico bueno. Me agrada bastante la idea de que puedas ayudarme a soltar mis ideas. Me entrego en tus manos Bella - me acerqué rápidamente y le planté un corto pero apasionado beso en sus labios - y con respecto a la otra pregunta... prefiero el salvaje - aspiré nuevamente mi cigarro y reí a carcajadas

Respondí su beso con la misma intensidad, pero cuando se separó me quedé esperando un poco más, pero cuando lo miré darle otra aspirada a su cigarrillo y reírse, me incorporé de nuevo hasta mi lugary lo miré con una sonrisa divertida. Jamás había encontrado a alguien como Orfeo. Era un tipo curioso, no podía abalanzarme sobre él sin más, me gustaba ese tipo de "misterio" que encerraba. Parecía un chico malo y en el fondo resultaba que era tranquilo y hogareño, pero supongo que algo podría hacer por él.
-Me gusta que te pongas en mis manos - sonreí mientras me acercaba más a él- aunque no sé si sea buena idea, cariño- pasé mi dedo por sus labios despacio- Puede pervertirte demasiado... ¿no te molesta? - cuando escuché su respuesta a mi pregunta principal solté unas carcajadas sinceras y respondí- ¡Perfecto! Igual que a mí...