Viaje a Canadá (Bella Malfoy)

Luego de salir de Hogwarts, aparecimos en el patio de la antigua casa de mis padres, hacia el sur de Ottawa, en la ribera del Rideau. La entrada trasera de la casa, nos recibía con un gran jardín de tulipanes, que mi madre había plantado hace muchos años - Pues bien, esta es la casa - dije sonriente - estamos un tanto alejados del centro, pero mis padres lo prefirieron así, para poder hacer magia tranquilos. La casa se encuentra oculta a los muggles, y si pasan por el río, se ve una cantidad de árboles impenetrables - dije sonriente

Para cuando me dí cuenta mis pies se habían despegado de los terrenos de Hogwarts y ahora estabamos en Canadá. Cuando dejé de sentirme un poco mareada por el viaje abrí los ojos y observé el jardín lleno de tulipanes de muchos colores, el viento le arrancaba destellos de aroma a las flores y miré alrededor. Todo era verde y pacífico. Escuché a Orfeo explicar todo y sonreí- Tu casa es preciosa, Orfeo, debe ser más aún por dentro - lo miré- Y me gusta que sea tan privada - ya habría tiempo de ir al centro o algún lugar fuera, ahora sólo quería conocer su casa. Sabría mucho de él de esa manera.

Pues bien, entonces entremos - saqué mi varita antes de empezar a avanzar hacia la puerta trasera de la casa. Apunté con la varita y de ella salió un rayo plateado que impactó en la cerradura. Me acerqué a la puerta y la abrí, dándole a Bella espacio para que entrara. Entré tras ella y con un movimiento de varita, las cortinas se abrieron y junto con ellas algunas ventanas, para que la casa respirara. La casa, aun encontrándose vacía, se mantenía limpia por un hechizo que mi madre encontró hace mucho tiempo - pues esta es la casa - le dije a Bella indicándole la sala de estar para que dejara su equipaje. La sala de estar era amplia y se conectaba con un pequeño bar a su lado. La habitación estaba llena de fotos y de algunos recuerdos de los viajes de mis padres por el mundo.

Las ventanas y cortinas se corrieron de un momento a otro y la luz entró por ellas haciendo una visión mucho más amplia y clara de la casa donde había entrado. Estaba todo en su lugar, era un espacio divino, tan puro, tan limpio, amplio pero a pesar de ello tenía un ligero olor a abandono que no pude evitar notar - Vas a decir que soy una tonta, pero insito, tu casa es preciosa... - vi cada una de las fotos, hasta que vi una que me interesó y lo miré como pidiendo su aprobación, él no dijo nada, así que la tomé. Había dos niños ahí, un niño y una niña bastante parecidos- ¿Son tus hijos? - le pregunté-

Le sonreí ante su comentario de la casa - pues mis padres se esforzaron en crear un ambiente de relajo - dije mientras apoyaba mi maleta en una pared. Vi que Bella se puso a mirar las fotos y cuando tomó la de mis hijos me acerqué a ella - pues sí, son mis hijos - sonreí aun más al ver la foto - Alice y Alex Tonks - dije apuntando a cada uno - esta foto es del verano pasado, cuando estuvimos acá visitando a mis padres que habían venido a tomar unas vacaciones - apoyé mis manos en su hombros - el otro año mis pequeños deberían entrar en Hogwarts

Sentí sus manos en mis hombros y sonreí mirando a ambos niños. Eran guapos, cada uno a su manera, la niña era preciosa y el niño tenía mucho aire de Orfeo, cuando fuera grande podría ser incluso más apuesto que su padre, ya lo vería. Lo miré de reojo y noté su sonrisa, amaba a sus hijos, se le notaba en la cara, sin saber por qué aquello me agradó - ¿Deberían? - repetí un poco desconcertada por la palabra que había usado, dejé la foto en la repisa- ¿Hay algo que se los impida? - pregunté interesada- Tus hijos se parecen a tí... aunque veo algunos rasgos desconocidos, deben ser de su madre... -murmuré no muy alto, no quería incomodarlo, aunque con esas cosas nunca se sabía.

Me refiero a que deberían, por si aun ellos quieren entrar en Hogwarts - dije pausadamente - Su madre tenía la idea de que ellos nos dieran su preferencia entre Hogwarts o Beauxbatons - sonreí - hasta el momento, ellos siempre han dicho que quieren venir a Hogwarts, quieren disfrutar como nosotros y aprovechar de estar cerca mío -
Al mencionar lo de los rasgos físicos, me sonreí - pues si, tienen una mezcla entre los rasgos míos y de Emily - caminé hacia otra repisa y tomé una foto de su madre y mía, que nos habíamos sacado en nuestra epoca de escolares - Ella es Emily - dije mostrándole la foto - tal vez ahi encuentres los rasgos que no reconoces - le acerqué la foto - le dimos a los niños una gran carga genetica, ella vampiro, yo licántropo - reí - quizás con que poderes nos sorprenderán.

-Bueno, el colegio fránces no es algo que yo elegiría, pero quizás alguien más se dejaría seducir por la elegancia y extravagancia de los francos - lo miré y sonreí un poco- aunque claro, como ingleses no nos llevamos muy bien con ellos... pero si en Hogwarts estarán más cerca de tí, la elección es fácil... ¿te visitan en el colegio? - cuando me acercó la foto la miré con detenimiento. Emily era hermosa, muy bonita y sus rasgos vampirícos sólo acentuaban esa belleza, era increíble lo que una simple foto podía transmitir- Increíble - "Híbridos" pensé sólo para mí, no quería que Orfeo malinterpretara mi palabra, algo así era inusual aún en el mundo mágico- Es muy posible que así sea, quien sabe que sorpresas te aguarden en tus hijos - dejé la foto en el estante y me volví a él, era extraño estar hablando de su esposa que había muerto, estando en casa de sus padres así que cambié de tema- Muy bien.... - enganché mi brazo con el de él y lo miré con determinación- El señor Tonks sería tan amable de mostrarme donde dormiré esta noche...

Pues mis hijos no se han visto muy tentados por esa idea - dije sonriente - quieren ir a Hogwarts y comprobar si es cierto todas las historias que les he contado - reí un poco - pues si, me han visitado un par de veces y les he mostrado el castillo y algunos lugares interesantes - dije respondiendo a su pregunta. Vi que se quedó un tanto pensativa al nombrarle la genética familiar. Los híbridos, aun en el mundo mágico eran extraños en el caso que fueran.
Despues que dejó la foto y aferró mi brazo, tomé su mano y caminamos por un corredor hacia las habitaciones - pues puedes elegir - nos acercamos a una puerta, abrí y le mostré la habitación - puede ser esta pieza de invitados o... - la encaminé hacia la puerta de enfrente - ... esta, que es la mía - dije con un tono un poco más picaresco - tu eliges

-¿Qué les habrás contado, Orfeo? - le dije divertida alzando una ceja en su dirección- Hogwarts es muy interesante, es la mejor escuela y no lo digo porque ambos enseñemos ahí, aunque claro, eso es parte de su encanto - le guiñé un ojo y pronto llegamos a las habitaciones. Cuando abrió la primera puerta, me quedé fascinada con la habitación, era enorme y maravillosamente decorada, podría quedarme ahí de buena gana. Entonces me dirigió a la suya y escuché su tono, sonreí y me volví a él- Ambas me gustan - dije poco antes de atrapar sus labios con los mios en el umbral de su puerta - Pero creo que aceptaré por ahora la de invitados... - murmuré al separarme.

Sentí su beso y la apreté hacia mí. Cuando escuché su respuesta sonreí - bueno no me cuesta mucho cruzar este corredor - mi tono no dejaba la picardía. Saqué mi varita, apunté hacia la entrada - accio maletas - las maletas de Bella y las mías se acercaron a las habitaciones - pues sientete como en tu casa, sabes donde estaré en la noche si necesitas algo - empujé mis maletas hacia adentro - ¿Quieres comer algo? - pregunté abrazándola por la cintura

-A esa misma conclusión llegué yo - sonreí con la misma picardía que manejaba él pero más juguetonamente añadí- Además, no quiero parecer una chica fácil - le guiñé un ojo y reí ante la bobería, me apreté contra él y lo volví a besar mientras con el movimiento de mi varita metía mis maletas a la otra habitación- No me digas que además de guapo, inteligente, buen padre y excelente maestro sabes cocinar que me enamoro de ti, Orfeo Tonks - le miré y pasé mi mano por su cabello- Me encantaría, algo ligero, acabamos de tomarnos una botella de vino, pan y queso... - me separé de él un poco- Dame un minuto y bajo contigo, quiero ponerme más cómoda.... ¿no hay problema, verdad? - alcé una ceja-

No me pareces para nada una chica fácil, Bella - dije pegado a sus labios. Sus besos me traían vuelto loco - Pues que le digo Señorita, puedes ir enamorándote de mi, pues soy un hombre completo - añadí con una sonrisa de lado - ponte cómoda, yo iré a preparar algo mientras tanto - le di un último beso y empecé a caminar hacia la cocina

Sonreí- Trataré de no enamorarme de usted, profesor - cuando lo vi empezar a caminar hacia la cocina, tomé su brazo, lo devolví y le planté otro beso en los labios con pasión. Sonreí al separarme y puse mi pulgar en su labio superior para quitar una mancha de labial que le había dejado- Luces mejor sin maquillaje - dije en tono de broma. Entré a la habitación y cerré la puerta, mis maletas se abrieron por efecto de magia y cambie mi ropa por un camisón de seda rosa y encaje, cubría bastante bien, pero con un sutil aire de transparencia, solté mi cabello y me puse un poco de color en los labios de nuevo. No me preocupe de poner zapatos y bajé descalza hasta la cocina dónde lo encontré- Lista... - avisé en la puerta de la cocina deteniendome en el umbral para que él me admirara-

Sonreí luego de su beso imprevisto - pues nunca había pensado en la idea de ocupar maquillaje - dije con la sonrisa en la cara mientras sentía su pulgar en mis labios - no demores - me fui a la cocina, había sacado unos cuantos vegetales para hacer alguna ensalada, un par de copas salieron de un bar y con mi varita elegí un vino para el momento. Mientras los vegetales se cortaban solos, escuché su voz que avisaba que estaba lista. Me giré para sonreirle y mi sorpresa fue enorme al verla en ese camisón de seda. Se veia sensual, una diablita en persona - pues el postre parece que ha llegado... - dije en un tono de picardía - ¿quiere acaso, quitarme el sueño señorita profesora? - pregunté abrazándola sutilmente por la cintura

-Y esto no es nada comparado con lo que tengo para causarte insomnio, Tonks - murmuré mientras sentía su mano en mi cintura y me dejé acercar a él colocando mis manos sobre sus hombros y su pecho- No sólo postre - dije acercandome a sus labios- Entrada, plato fuerte y postre... - sonreí y mordí su labio sutilmente, pero me separé un poco fui a la barra de cocina, me senté provocando que el camisón se fuera un poco más arriba y tomé una copa y se la mostré- El señor anfitrión podría servirme un poco de vino, ¿no? -

Pues no quiero imaginar que puedes tener para causarme un infarto - dije sintiendo levemente sus dientes en mis labios. La vi caminar y sentarse en uno de los asientos de la cocina, no sabía si realmente el ambiente estaba acalorandose o era yo. Me acerqué a la mesa donde estaba la Comencé a servirle, sin quitarle los ojos de encima. Serví botella, le di un golpe con la varita y se descorchó. igualmente mi copa y la levanté - un brindis, por estas improvisadas vacaciones - dije haciendo chocar mi copa con la suya

-Por estas maravillosas e improvisadas vacaciones -choqué mi copa con la de él y bebí después saboreando el vino. Era una buena elección, ni tan dulce ni tan amargo, suave pero con un toque contundente al final. Dejé la copa en la barra y miré la ensalada- Definitivo, me tendré que enamorar de ti... eres una cajita de sorpresas - pase la yema de mi dedo indíce por el borde de la copa sin dejar de mirarlo- Espero que eso no te moleste.... - le sonreí con maldad-

Sonreí y bebí de mi copa, sin quitarle la vista de encima a Bella. Escuché su comentario y reí, dejando la copa en la mesa - pues con esta ensalada puedo hacer que comiences a enamorarte de mi, puedo hacer muchas otras cosas para que caigas rendida a mis encantos - tomé un tenedor, pinché un tomate pequeñito, y se lo acerqué a su boca. Estaba apoyado en uno de mis brazos sobre el mesón y miraba a Bella con un brillo pícaro en mis ojos - y no, no me molesta que te enamorases de mi - dije mientras esperaba a que comiera el tomate

Me incliné sobre la barra empujando mi cuerpo contra ella y levantandome del asiento, haciendo que el escote del frente se pronunciara más. Tomé el tomatillo envolviendolo con mis labios y mis dientes, lo arranqué del tenedor y suavemente lo mordí. Me quedé ahí con los codos recargados sobre la barra y muy cerca de él - Ya veremos quién encanta a quién, Tonks - tomé uno igual con los dedos y se lo acerqué a los labios- ¿No te preguntas si a mí me molestaría que fuera al revés? - sonreí mientras esperaba a que el hiciera lo mismo que yo hace un momento.

Sin dejar mi posición, me acerqué a su mano y comí el tomatillo que me ofrecía. En ningún momento le quité la vista de encima, y fue una tarea difícil debido a la visión de su escote. Mantener mi mirada en su cara fue una ardua tarea. Tomé mi tiempo en masticar el pequeño tomate y luego sonreí - pues puede que sea una dura batalla de encantamientos - tomé mi copa y bebí un sorbo antes de responder a su pregunta - pues, si te molestase creo que me encargaría de hacerte pensar lo contrario - la miré fijamente a los ojos - pero, para hacer la tarea un tanto menos complicada ¿Te molestaría que me enamorara de ti? - esperé su respuesta, aun con mi copa de vino en la mano

-Pues saca el arsenal pesado, Tonks, eso lo quiero ver - le reté con una sonrisa de lado mientras tomaba mi copa y bebía un sorbo de aquel exquisito vino. Lo escuché preguntarme si me molestaría que él se enamorara de mí y retuve el vino un poco más en la boca para pensar la respuesta- ¿Quieres que te diga la verdad? - me acerqué más a su rostro y miré sus labios, sus ojos pardos y felinos, su cabello, sus mejillas y sonreí- No me molestaría en absoluto, Orfeo - me incliné y pose mis labios sobre los de él atrapandolos y le di un beso suave saboreando el sabor del vino-

Bella sabía como captar mi mirada con sus movimientos, era muy grácil y sensual. Sabía que hacer para tenerme atento y expectante a sus palabras - siempre atacaré con mis mejores armas - dije mientras la veia tomar su vino.
Esperé su respuesta y esta no me molestó, pero me sorprendió, porque no era lo que esperaba de Bella. Sentí sus labios junto a los mios y respondí sutilmente a su beso - creo que me haré adicto a esos besos - dije sonriente

- Ese es el plan, volverte adicto... - le sonreí de lado sin separar mucho mis labios de los de él - Una vez alguien me dijo que era sumamente adictiva... veamos si causo ese efecto en ti, también - le mordí el labio sutilmente. Había notado cierta sorpresa de su parte en cuanto a mi respuesta y eso me encantaba - Aunque no estoy muy segura de que puedas ser correspondido, Orfeo - dije como quien no quiere la cosa y seguí besandolo con lentitud, segundos después me separé y volví a mi lugar para llevarme un tomatillo más a la boca-

Eres una droga, Bella Malfoy - dije sintiendo como mordía mi labio. Era una mujer de armas tomar y eso me encantaba. No había entendido muy bien su ultimo comentario, y antes de referirme a eso, tomé un sorbo más de vino - ¿Qué no me sería correspondido, mi adictiva colega? - antes de dejar la copa en su lugar, volví a tomar otro sorbo de vino