Era un día de briza suave, muy acogedora y yo estaba de nuevo con mi escoba en la mano camino al campo de quidditch, pero, yo que hacía ahí si siempre le e tenido pavor al hecho de subirme a un palo delgado y elevarme a metros de altura, llegué al campo y ne senté en el pasto dejando la escoba a un lado mirando el cielo y pensando si es que esta vez tendría el valor de elevarme un poco.
Entonces tomé la escoba y sin pensarlo 2 veces me senté en el mango y la elevé aproximadamente un metro para que de pronto...
-AUCH!!-
Un grito poco varonil salió de mi boca al caer cual zaco de patatas en el suelo cuando la escoba se giró dejándome de cabeza en el aire y dejando que la gravedad haga su trabajo.
-YA ME HARTÉ, NO VOLARÉ Y SE ACABÓ EL ASUNTO!-
Entonces tomé la escoba y sin pensarlo 2 veces me senté en el mango y la elevé aproximadamente un metro para que de pronto...
-AUCH!!-
Un grito poco varonil salió de mi boca al caer cual zaco de patatas en el suelo cuando la escoba se giró dejándome de cabeza en el aire y dejando que la gravedad haga su trabajo.
-YA ME HARTÉ, NO VOLARÉ Y SE ACABÓ EL ASUNTO!-