Había recibido la lechuza poco tiempo atrás. Simplemente el hecho de recibir una citación del jefe de mi casa ya me hizo maldecir. La razón era, como era de esperar, el asunto de la jefa de Slytherin. Recorrí los pasillos rígido como una estatua, sin detenerme ni a mirar a mi alrededor, me moví como lo que los muggles llaman "máquina autómata".
Al llegar al despacho llamé a la puerta y entré, aún rígido como una estatua.
-Hola-dije-recibí la citación.
Al llegar al despacho llamé a la puerta y entré, aún rígido como una estatua.
-Hola-dije-recibí la citación.