Hace pocos días había llegado a aquel lugar, aun le faltaba por recorrer muchos lugares del establecimiento, aun no se acostumbraba bien al lugar, y había compartido con muy pocas personas, solo un discreto "hola" o un "buenos días" era lo único que decía a otros hasta el momento, ya que no quería formar lazos de amistad aun, sin saber donde estaba parado, reconocer cada rincón de aquel lugar, donde estaba todo, como era todo, como llegar de aquí para allá y salir de este otro lugar, quería saberlo todo, pero sin necesidad de un mapa, ya que con su mente le bastaba, mientras recorría varios lugares, pasando por los baños, que fue el primero en ir a ver donde estaba ubicado por obvias razones, llega a la afamada sala de trofeos del colegio, en la cual habían muchos y variados, además de muchas medallas y fotografías de los dueños de los trofeos, y por mera curiosidad empezó a buscar si alguno de sus antepasados había ganado algo o por lo menos había sido reconocido por algún mérito, pero no encontró nada, solo gente que no reconocía, y que nunca había visto en su vida, por lo cual suspiro pesadamente, por lo visto era el primero en entrar a ese colegio, por lo cual se sentó en el suelo, apoyando su espalda en la estantería, con sumo cuidado para que no se quebrara el vidrio, y mirar el cielo, pensativo, como era su costumbre los primeros días que pasaba en un nuevo lugar.
Al parecer ninguno de mis antepasados han venido aquí, por lo visto tendré que dejar mi huella para las futuras generaciones, si eso haré
E inconscientemente levanta el puño al cielo en forma de promesa con sus antepasados, con los cuales siempre hablaba, no de forma literal, pero hablaba con ellos. Entonces baja el puño y saca su ipod, se pone los audífonos, cierra los ojos y comienza a escuchar música clásica, su genero predilecto, mientras movía las manos de forma que pareciera que él estuviera tocando el piano, quizás los que por hay transitaban por ese sector lo tildaran de loco o extraño, pero poco le importaba a él las opiniones de las personas que no fueran sus amigos o familiares.
La suave brisa de la mañana entraba por los amplios arcos, acaricia su rostro de una agradable forma, el sol penetraba sin llegar a donde el estaba, iluminando todo de una forma fantástica y agradable, las aves volaban sin ninguna preocupación mientras él seguía sentado, pareciendo casi muerto si no fuera por el movimiento de sus manos, casi no respiraba, esta muy concentrado en su música, lo cual era muy común en él.
Al parecer ninguno de mis antepasados han venido aquí, por lo visto tendré que dejar mi huella para las futuras generaciones, si eso haré
E inconscientemente levanta el puño al cielo en forma de promesa con sus antepasados, con los cuales siempre hablaba, no de forma literal, pero hablaba con ellos. Entonces baja el puño y saca su ipod, se pone los audífonos, cierra los ojos y comienza a escuchar música clásica, su genero predilecto, mientras movía las manos de forma que pareciera que él estuviera tocando el piano, quizás los que por hay transitaban por ese sector lo tildaran de loco o extraño, pero poco le importaba a él las opiniones de las personas que no fueran sus amigos o familiares.
La suave brisa de la mañana entraba por los amplios arcos, acaricia su rostro de una agradable forma, el sol penetraba sin llegar a donde el estaba, iluminando todo de una forma fantástica y agradable, las aves volaban sin ninguna preocupación mientras él seguía sentado, pareciendo casi muerto si no fuera por el movimiento de sus manos, casi no respiraba, esta muy concentrado en su música, lo cual era muy común en él.