Matando el aburrimiento (Libre)

Era un día como cualquier otro, soleado y muy cálido, en donde el sol casi se colocaba en el cenit, había salido del castillo y me encaminaba a Hogsmeade.
Una vez allí, comencé a caminar por las calles, pues, sin saber que hacer en realidad, había ido al pueblo únicamente a intentar despejar mi mente; caminaba entre las personas que, en ese día, realizaban sus compras...

Me encaminaba por las calles hasta que alcancé un local cuyo cartel rezaba - Las Tres Escobas - murmuré, leyendo el gran y brillante cartel que permanecía pareciendo flotar sobre la puerta...
Una leve brisa me acarició mi piel, invitando danzar a mis cabellos justo antes de decidirme ingresar al local...

Una vez dentro, me senté en una mesa que daba hacia la ventana, esperando a que el encargado se acercara a tomar mi orden, mientras que, mis claros y dorados ojos observaban a las personas pasar de un lado a otro, mientras que, sin darme cuenta, alguien, que precisamente no era el engargado, se me había acercado...

Era la primera vez que iba al pueblo. Kya me había recomendado ir a las tres escobas y siguiendo las indicaciones que me había dado me dirigí para alla. Quería probar algun platillo o una bebida de alli. Llegue facilmente. Habia un letrero ue decia elnombre del lugar. Las tres escobas.
Al entrar divise a Bi. Lo conocía un poco, pero era mejor estar con el a estar sola. Aparte me caía muy bien. Me encaminé a la mesa en la que estaba. El tambien estaba solo.
-Hola Bi. ¿Te importaría si me quedo contigo?-le pregunte.
No pensaba sentarme si me decía que no, pero esparaba que me dijera que si.

Una chica se me había acercado, una joven de oscuros cabellos y, del mismo tono, sus ojos.
Me dí vuelta cuando oí lo que preguntaba y noté que era Acualus, una chica Gryffindor, que si bien, no conocía perfectamente, era una chica con la que se podía mantener unaconversación aceptable sin llegar a un conflicto, como era lo que me sucedía últimamente...
Escuché su pregunta, mientras le miraba a sus ojos...

- Hola Bi. ¿Te importaría si me quedo contigo? -

Negué con la cabeza mientras le sonreía... - Adelante Acualus, no hay ningún problema - le dije, mientras veía al encargado decidirse aparecer... - ¿Qué desean pedir? - preguntó dirigiendo su vista hacia mí y luego hacia mi acompañante... - Yo, por mi parte... Que sea Cerveza de Mantequilla - le respondí, mientras ahora, dirigía mi vista hacia ella - ¿Y tú, que deseas pedir? - le pregunté mientras mi vista se posaba en la suya, leyendo cada uno de sus pensamientos, aunque, sin realizar comentarios pues para algunas personas les era molesto, y no quería parecerlo con una chica tan bonita que hacía poco que conocía...

Mientras el encargado esperaba su respuesta, mis ojos no pudieron evitar posarse en una mesa ubicada cerca de la puerta, en la cual, como de costumbre, estaban aquellos vampiros que tan seguido veía cuando aparecía por allí...
Aunque, tal vez percatándose de que los observaba, uno de ellos se levantó, dejo el dinero sobre la mesa y se retiró, mientras que al cabo de un momento, el segundo, se retiró sin hacer más nada.

Bi me dijo que no había problema en que me quedara. Me sente junto a el y escuche lo que podía. Pediría lo mismo la cerveza de mantequilla me gustaba, aunque nunca la había tomado alli, pero eso importaba.
- Para mi tambien una cerveza de mantequilla por favor.- Desvie mi mirada hacia donde Bi lo había echo y vi a unos chicos. Para mi no tenpian nada en especial, pero me interesaba saber que veia Bi. Para hacer un poco de platica agregue.-Supongo que haz venido por aqui antes. Es bonito.
Me acurruque en mi silla y me relaje. Venía un poco agitada por todo lo que había pasado. Había tenido que hacer muchas cosas en poco tiempo y eso me agotaba. Era bueno estar con alguien, que aunque no conocia a la perfecion, podia hablar.

Observé mientras se sentaba a mi lado, cosa que no me importó pues sería bueno tener a alguien con quién hablar en momentos que uno necesitaba distraer un poco la mente de los problemas que se acumulaban en la semana...

Escuché que, al igual que yo, ella ordenaba cervezade mantequilla y luego, noté como al igual que yo, observaba a aquellos individuos que más tarde se retiraron...
Pude leer en su mente que a simple vista, y para ella, no tenían nada en especial... - Son vampiros puros - le dije casi en un susurro, una vez que se hubieran ido, porque, aún no se encuentren en la sala, los vampiros tienen un muy buen oído...

Asentí mientras le dirigía una mirada cariñosa, como de costumbre cuando me encontraba con alguien que cayera bien - Si, he estado por éstos lares antes y como dijiste, es un lugar muy bonito... - respondí mientras le sonreía amablemente...

Noté que estana algo agitada - ¿Cómo has estado? - le pregunté, y sin intención de hacerlo, sus pensamientos comenzaron a florecer - ¿Y qué has hecho últimamente Acualus? - le pregunté mientras veía llegar al encargado con las cervezas de mantequilla que, minutos atrás, habíamos pedido..

El me dijo que los chico sque habpia visto eran vampiros puros. No me sorprendio que los hubiera visto de esa forma. Al unico vampiro puro que conocía era muy arrogante y presumido. Supuse que sabía lo qeu pensaba por la forma en la que los había mirado.Despues me hizo dos preguntas que le respondí casi inmediatamente.
-Pues yo he estado bien ¿Y tu? No he hecho mucho. He ido a clases, he estado con algunas amigas, tambien he paseado y tengo planeado un viaje para la proxima semana y ¿Tu qué has echo? Por cierto dime Acua por favor. Estoy acostumbrada a que solo maestros o mis padres cuando me regañana me llamen Acualus.
Tome una de las cervesas y tomé un poco de ella tras responderle. Estaba muy buena. Se parecía un poco a la que había probado en Hogwarts. Tal ves era de las mismas. En fin, la conversación iba por buen camino y eso me agradaba mucho.

Atento no solo a sus palabras, sino también a sus pensamientos sonreí de lado - Nada tiene que ver, sean puros o no, los únicos puros que conozco son muy poderosos y sin embargo... - comencé - Ellos no se atreven siquiera a mirarme a los ojos - agregué diciendo lo que era en realidad, la verdad. Desde que había comenzado a visitar Hogsmeade, ni una sola vez, ese par había dirigido una mirada hacia mí, y simplemente, se mantenían alejados murmurando sobre mí...

Escuché atentamente su comentario y sonreí cálidamente - Pues, es mejor así... Me alegro - le dije, sin quitar la sonrisa de mi rostro - ¿Yo? - repetí - Bueno... Yo no he hechi mucha cosa tampoco, he leído un poco, y he paseado por allí - le comenté ahora tomando una cerveza de mantequilla y bebiendo un poco, realmente eran fabulosas, estaba algo caliente y eso le daba un gusto especial...

Ante su comentario mental sonreí de nuevo, y le miré, con mis dorados ojos - Lo lamento... - me disculpé, éstas fueron las únicas palabras que salieron de mis labios...

Escuche lo que me decía. Al final se disculpo, pero no entendía bien el porque. En eso me vinó a la mente la idea de que el párecía saber que estaba pensando y fue cuando me cayo en cuenta. Los vampiros tenían habilidades especiales muy variadas y al parecer la de Bi era la lectura de mentes.
-No te preocupes. No me molesta que leas mis pensamientos si a eso te refieres.¿Tu habilidad es la lectura de mentes no? Leí un poco sobre vampiros en la biblioteca. En serio no te preocupes. En general ,a gente sabe lo que pienso y eso no me afecta en absoluto.
Tome otro sorbo de la cervesa de mantequilla. No sabía si Bi se refería a lo que había dicho. En general no estaba muy segura de lo que la gente pensaba o a lo que se refería. No entendía las indirectas y leer los rostros y las expreciones era algo que me costaba de sobremanera y me frustraba un poco, por lo que ya casi no lo hacía. Me limmitaba a quedarme con lo que la gente me decía y lo que no me decían no lo sabía.

Sonreí de lado mientras comenzaba su mente a maquinar - Estás en lo cierto Acua - le mentalicé, directamente en su mente, mientras continuaba meditándolo hasta que habló... - Si, en efecto, todos los vampiros poseemos habilidades especiales y únicas - afirmé - Y claro, como lo has dicho, yo poseo la lectura de mentes, pero también puedo hablar directamente en la mente de los demás, útil para enviar mensajes sin que otros no-lectores los descubran - le comenté mientras le dirigía la mirada mientras volvía a sonreír tranquilamente y tomaba un sorbo de la cerveza de mantequiella que realmente estaba muy sabrosa.

- No te preocupes, no es como si me importara, y si esos libros están en la biblioteca es únicamente para que las cosas se aprendan - le dije mientras observaba alrededor notando varios pensamientos que se dirigían hacia nuestra mesa, o mejor dicho, pensamientos que hablaban de mí, pero les dí muy poca importancia - Agradezco tus palabras, y no es algo que me gusta en realidad, agradezco poder leer la mente de las personas porque sé cuando intentan engañarme y eso me da ciertas ventajas... - agregué mientras volvía a tomar otro sorbo de la cerveza de mantequilla...

De repente escuche su voz en mi cabeza. El me dió la explicación y algunos otras cosas. Era interesante. Para alguien como yo comunicarse con la mente era medio normal, pero leer la mente no y se me hacía muy interesante. De donde yo venía los talentos eran distintos y la comunicación por la mente era un metodo de supervivencia que solo poseíamos en nuestra forma dragon. Tambien se me hacía muy interesante y divertido el tener la habilidad de saber si te mienten e incluso te puedes adelantar a las acciones de los demas, si es que las piensan antes de hacerlas, claro.
-¿Qué talento tiene Suni?- Esa pregunta la dije antes de pensarla. No sabía si era una buena pregunta, pero debería poner más atención en lo que decía. Me pusé un poco roja y agregue.- Perdón, algunas veces digo las cosas sin pensarlas.
Esperaba que él lo entendiera. Tal vez él leyera en mi mente la pregunta que en realidad quería hacer:
¿Te le has adelantado a alguien en un combate o algo asi?¿Al ller la mente puedes acceder a los recuerdos de la gente?
No estaba segura de uqe esas fueran tambien buenas preguntas. Mi semana me había dejado en las nubes y estaba bajando poco a poco, pero todavía no pensaba como de costumbre.